Múltiples encuentros en partidos de la Eurocopa

Escondido del bombardeo mediático del Gran Hermano, hundo mi cabeza en el único lugar al que he podido hacer viajes en profundidad, tu sexo, mientras lees desnuda el horóscopo, el tuyo y el mío. No tendremos la casa de tu vida, pero elegirnos cada noche nos protege de las preocupaciones, vagando en hoteles en que no pagamos más de 50 centavos antes de huir. Somos avestruces que nos negamos a lo de afuera, acá no hay bocinas, semáforos, zapatos, mall, comida, solo está con nosotros la luz y la televisión, incapaz de distraernos, ni siquiera en las repeticiones de los partidos de la Euro 2004, a mí me gusta la liga del barrio y a ti mis amigos, no Beckham ni el fútbol alemán. Nunca estaremos en las páginas amarillas, pero no es relevante, pues las cosas las percibimos con un sentido, incluyendo a esas personas objetos en la TV, a Brad Pitt solo lo ves, al igual que a Britney, en consideración a que su música es horrible lo haces sin volumen. En cambio, tu presencia la puedo tocar, oler, gustar, ver y oír, bloqueando los demás estímulos para ser recíproco contigo. Mi motor es entregarte el placer que me das, desaparecer entre tus piernas, para una vez que estés retorciéndote, entrar como el caballo de Troya, despacio y como un regalo, jugando siempre la final, a la kazaa de la culminación.