“Necesitamos una iniciativa internacional para la paz”
3 de junio de 2016Avi Primor fue embajador de Israel en Alemania a comienzos de los años 90.
DW: Sr. Primor, estamos ante una nueva ronda de negociaciones por la paz palestino-israelí, esta vez, en París. Pero no está presente ni Israel ni los palestinos. ¿Tiene eso algún sentido?
Avi Primor: Por supuesto que tiene sentido. Los franceses planean la creación de un plan internacional para las negociaciones de paz. Eso, por el otro lado, significa que hoy no existe un denominador común que reúna a palestinos e israelíes. Entonces, alguien tuvo que tener la idea de qué se le puede ofrecer a Cercano Oriente, y también que se le puede exigir, por supuesto, no oficialmente. Es claro que los palestinos no tienen poder de actuar y que el Gobierno israelí no quiere que haya negociaciones ni concesiones. Es decir que la comunidad internacional –Europa, EE. UU.- es la que debe hacerlo, en primera instancia, sin la participación de los israelíes ni de los palestinos.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quiere hablar directamente con Mahmud Abbas, el presidente palestino. ¿Por qué no lo hace?
Sí, eso es naturalmente solo una especie de propaganda. En realidad, no quiere negociar con los palestinos. Quiere hablar con los palestinos, eso sí, pero les quiere dictar lo que deben hacer, no negociar ni buscar un consenso con ellos. También sabemos que cuando habla de dos Estados solo habla de aquellos Estados que los palestinos no pueden aceptar de ningún modo. Eso es propaganda.
La opción de dos Estados sigue siendo el objetivo del Gobierno israelí. ¿Cómo será dicha opción en vista de una política de asentamientos que se extiendes, sobre todo, a lo largo y a lo ancho del territorio poblado por palestinos?
En el caso de los territorios ocupados, se trata de territorios palestinos habitados por palestinos, y el Gobierno israelí quiere anexionarlos. Hay ministros en el Gobierno de Netanyahu que quieren anexionar todo. Otros dicen que eso no es posible debido a cuestiones demográficas. Pero los del ala derecha, que opinan que necesitamos una división y un Estado palestino, también opinan que deberíamos anexionar como mínimo un 60 por ciento de Cisjordania, donde se construye la mayoría de los asentamientos. El resto, un 40 por ciento, debería conformar un Estado palestino, pero dividido y rodeado por los israelíes.
Justo antes del comienzo de la iniciativa de paz de París, en Israel juró un nuevo ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, considerado como alguien que manifiesta reiteradamente su hostilidad hacia los árabes. ¿A quién representa este hombre en Israel?
Lieberman es, sobre todo, un populista. Lo que le interesa es su electorado. Los que lo votan son viejos inmigrantes rusos, la mayoría de ellos de derecha y extrema derecha, que también se educaron en Rusia. Lo que realmente les interesa a ellos son los aspectos económicos. Esa es la clientela de Lieberman. Ahora es ministro de Defensa. Eso significa que es el ministro más importante después del jefe de Gobierno. Él debe armarse una nueva clientela, porque con los ancianos rusos no podrá contar por mucho tiempo, y no serán más en el futuro. Mucha gente piensa que es un oportunista que hará algo diferente de lo que uno se imagina. En el futuro tendrá que convencer a nuevos votantes.
Una vez dijo en una entrevista, en 2013, que en Israel ya nadie cree en la paz. Y que ese fatalismo surge de la necesidad de no gastar energía en algo que parece insolucionable. ¿Sigue teniendo esa visión pesimista?
Sí. No diría que todos los israelíes piensan así. Pero sí la mayoría. Eso tiene mucho que ver con la propaganda oficial. Una y otra vez Israel aclara que no tenemos socios y que no tendremos interlocutores, y que, en realidad, no hay solución. Eso es una propaganda que nos dice siempre que los palestinos son terroristas y que solo quieren destruir Israel. Por supuesto que no todos creen eso. Pero a muchos los influye la propaganda oficial. Eso siempre fue así en Israel. Cuando el Gobierno afirmó que teníamos que negociar con los palestinos, la mayoría de los israelíes creía en las negociaciones. Es decir, que la mayoría de los israelíes le cree a la propaganda oficial.