Neonazis off side
29 de junio de 2006La prensa alemana destaca al unísono la calidad del fútbol argentino, pero también la magnífica preparación de los seleccionados germanos, que han reiterado ante cuanto micrófono encontraron a su paso su convicción de que pasarán a la semifinal. "¿Demostrará Ballack que es grande?" se pregunta el diario popular Bild, mientras el Berliner Zeitung indica que Klinsmann y los suyos "buscan los puntos débiles de los argentinos" y escribe: "Esperando un milagro - Argentina quiere celebrar la resurrección del fútbol, con su rival, Alemania, como testigo."
El Tagesspiegel, también de Berlín, pasa revista al desempeño de la estrella del equipo brasileño, Ronaldinho. A juicio del rotativo, éste no ha decepcionado, a pesar de que aún no ha marcado ningún gol en lo que va corrido del Mundial de Alemania. Igualmente ofrece un retrato del goleador alemán Miroslav Klose, una de las figuras descollantes del torneo. "El campeonato puede convertirse en el Mundial de Klose, que ha marcado cuatro goles y ha preparado otros dos", subraya el diario explicando que "ya era el máximo goleador de la Bundesliga, pero eso no impone ya a clubes como el Manchester o el Madrid".
Fútbol y política
El diario Die Welt, de Berlín, hace por su parte una comparación entre el seleccionador alemán, Jürgen Klinsmann, y la jefa de gobierno de Berlín, Angela Merkel: "Desde ya se puede establecer una diferencia entre el corto período de Angela Merkel y los siete años de la era de su antecesor. En ningún momento Gerhard Schröder tuvo los vientos a su favor de parte de los empresarios y de los consumidores. Desgraciadamente, por el momento Merkel hace menos que Jürgen Klinsmann por mantener esta euforia. El entrenador nacional desata lo que este país necesita con tanta urgencia: entusiasmo y fe en que se puede ganar".
Mundial de unidad
La publicación parisina L'Express, en tanto, dedica un comentario a la campaña que pretendía llevar a cabo el partido de ultraderecha NPD durante el Mundial: "Los neonazis están off side. El NPD apostaba por este Mundial para llamar la atención. Quería autoinvitarse a la fiesta mundialista en nombre de 'su' Alemania blanca y xenófoba. Pero su esfuerzo fue vano. Los miembros del NPD deben darse por derrotados: este Mundial es un factor de unidad nacional tal que no consiguen hacerse notar. (...) Antes del Mundial, varios incidentes de agresiones racistas contra huinchas extranjeros cuasaron temor. Pero hasta ahora no ha ocurrido nada similar. Tampoco en Leipzig, la única sede mundialista en el Este del país. Los peores actos de violencia -sin carácter político y rápidamente controlados por la policía- fueron cometidos por hooligans. En síntesis: el Mundial continúa y la policía cruza los dedos para que nada perturbe la fiesta en los estadios ni fuera de ellos."