Niños inmigrantes
26 de abril de 2008"Es una fenómeno peligroso", considera Simone Moscarelli, representante legal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Lampedusa, isla mediterránea italiana y frecuente lugar de arribo de inmigrantes ilegales. "La migración se está volviendo más joven".
Moscarelli habló durante una sesión en Ginebra, donde se encuentra la sede principal de la OIM. En dos casos, madres incluso han confiado sus bebés a extraños en el muelle, tras no haber podido obtener un lugar en el bote. La OIM ha recibido los bebés al otro lado.
Los niños y adolescentes que llegan a la islas de Sicilia y Lampedusa se han unido a una ola de solicitantes de asilo y refugiados económicos tras pagar a los traficantes entre 1.000 y 2.000 euros (1.600-3.200 dólares) para viajar en maltrechos barcos.
Según la normativa italiana, los menores de edad no pueden ser expulsados. "Éste es un factor de atracción", explicó Moscarelli, denunciando lo que para la OIM está detrás de la preocupante nueva tendencia.
¿Por qué no envías dinero?
Moscarelli relató el caso de un niño de 12 años cuya madre estaba enfurecida porque él había sido detenido por las autoridades. "Lo llamó y le dijo: '¿Por qué sigues ahí aún? ¿Por qué no estás enviando dinero? No son vacaciones'", recordó Moscarelli.
Peter Schatzer, el representante regional de la OIM para el Mediterráneo, afirmó que Italia ahora cuida a 7.000 menores, otorgándoles educación y apoyo por un costo de 200 millones de euros (320 millones de dólares) anuales. "Es un ejercicio extremadamente costoso".
Pero no se trata sólo de Italia. España recibió a 6.000 menores y ahora acordó con Marruecos que algunos niños sean enviados de regreso para ser atendidos en centros en ese país.
En 2007, unas 16.700 personas llegaron a las islas italianas de Sicilia y Lampedusa. Al menos 2.000 eran menores y no iban acompañados.
"Consideramos esto una tendencia. Cad vez más menores van por su cuenta o son enviados por sus familias para tener una vida mejor o porque esperan poder establecer un ancla en Europa para que otros miembros de la familia puedan llegar por reunificación familiar".
Menores de Afganistán
En Grecia, otro importante destino mediterráneo, también hay un creciente número de menores que llegan, especialmente desde Afganistán.
En Italia, la mayoría de los inmigrantes que usan Libia como escalón en África llegan de Nigeria, Somalia y Eritrea huyendo de conflictos o por escasez de alimentos.
Sicilia y Lampedusa son, al igual que las islas Canarias, las puertas para Europa con más de 120.000 refugiados anuales.
La organización fronteriza de la UE (Frontex), que usa botes y helicópteros para patrullar los cruces marítimos, ha mostrado escasas señales de querer funcionar de forma disuasiva.
Frontex se dedica más a la búsqueda y rescate que a la devolución de personas, según Schatzer.
Moscarelli agregó: "Cuando uno está en alta mar y ve un bote con 50 o 60 personas en él, mujeres y niños, es muy difícil enviarlos de regreso. Es muy peligroso".
De la ruta occidental hacia la mediterránea
Generalmente los guardias costeros italianos o españoles primero los rescatan y luego los interrogan, aseguró.
El problema de cerrar puertas a Europa es que otras serán abiertas. Inmigrantes ilegales argelinos han comenzado a llegar a Cerdeña, donde sin embargo no hay instalaciones para ellos.
"Lidiar con la inmigración es un poco como apretar un balón de agua. Puedes lograr hacerlo más delgado en un extremo, pero la presión sale de alguna forma, Schatzer.
Como España y Senegal colaboran muy bien para la intercepción, cada vez más gente se mueve de la ruta occidental hacia la mediterránea central, aseguró.
En el caso de Italia, muchos boten salen desde Libia, pero como el país norafricano rechaza cualquier devolución, esto es un incentivo para los inmigrantes.
La mayoría de los inmigrantes que llegan a Europa tienen entre 20 y 30 años, y la cantidad no deja de fluir, aseguró Schatzer.
Entre enero y marzo de este año, casi 3.000 personas cruzaron a Lampedusa desde África, y 111 murieron hasta entonces.