Nicaragua: "El fracaso económico y social de la dictadura"
18 de abril de 2023Cinco años han pasado desde el inicio de la crisis sociopolítica que desató multitudinarias manifestaciones en contra del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua. Desde entonces, Ortega se ha afianzado en el poder, ha censurado medios de comunicación, ha cerrado múltiples organizaciones, ha prohibido las protestas, y ha perseguido, encarcelado y desterrado a sus opositores políticos.
Pese a este escenario desalentador, a una deuda pública externa de 15 mil millones de dólares y a las sanciones internacionales impuestas, un informe del Banco Mundial (BM) da cuenta de un repunte de la economía: "A pesar de la alta inflación, los vientos en contra a nivel mundial y los daños causados por el huracán Julia, se estima que el producto interno bruto (PIB) real creció un 4,0 por ciento en 2022", se lee en el sitio web del organismo internacional.
"Se proyecta que el crecimiento se modere al 3 por ciento en 2023 debido a una consolidación fiscal, la desaceleración de la demanda externa y la inflación elevada", agrega la publicación, actualizada el pasado 4 de abril.
Dudas sobre el reporte del Banco Mundial
En conversación con DW, Désirée Reder, investigadora del instituto alemán GIGA, con sede en Hamburgo, expresa sus dudas sobre este informe del BM: "Me parece que están usando datos del Banco Central de Nicaragua (BCN), y es muy difícil para ellos verificar estas cifras, porque en este país no hay oenegés que puedan preguntar o realizar entrevistas para obtener la información correcta".
"Tengo la impresión de que el BCN está publicando estos datos para crear una imagen de una economía que está funcionando. Para legitimar al régimen o para decirle a la comunidad internacional: 'Miren, no estamos dependiendo de ustedes'", opina Reder.
Factores no ligados a la gestión económica de Ortega
Por su parte, Enrique Sáenz, economista y exdiputado nicaragüense, exiliado en Costa Rica desde 2018, explica a DW que los datos presentados por el Banco Mundial no se deben a la gestión económica del régimen de Ortega, sino a factores externos.
Sáenz plantea que las "mejoras estadísticas" que refleja el informe, es decir, que no tienen un impacto real en la población, se deben a los precios internacionales de los principales productos de exportación, al aumento de las exportaciones de oro y al incremento de las remesas internacionales enviadas por "centenares de nicaragüenses que salieron en 2021 o 2022, que al mes o a los dos meses se transformaron en emisores de remesas para familiares en Nicaragua".
"Las causas que explican ese comportamiento económico son más bien evidencia de lo que podría llamarse el fracaso económico y social de la dictadura", opina.
EE. UU. sigue siendo el mayor socio comercial
A pesar el discurso antiimperialista de Ortega y de las sanciones impuestas al país, "el mayor receptor de productos de Nicaragua todavía es Estados Unidos", sostiene la politóloga del GIGA. Aunque se ha sancionado una gran parte de los productos, todavía hay muchos que no han sido afectados, explica.
Según datos del propio EE. UU., alrededor del 60 por ciento de las exportaciones nicaragüenses fueron a parar a ese país norteamericano, y ambas naciones tuvieron un intercambio comercial de unos 8.304 millones de dólares en 2022, una cifra que podría crecer.
El "hipócrita" discurso de Ortega
Sáenz añade a estos datos que "el principal inversor extranjero en Nicaragua es Estados Unidos", desde donde "se envía la mayor cantidad de remesas a Nicaragua", que en 2022 representaron hasta un 23 por ciento de PIB.
"Las sanciones de EE. UU. dañan al 'empresario Ortega', porque afectan a su banco o a sus empresas, pero las relaciones económicas más bien han aumentado. El discurso antiimperialista es uno hipócrita y sus alegatos sobre las sanciones son una patraña", señala Sáenz.
¿Qué papel juegan China o Rusia?
Recientemente, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, anunció que visitará algunos países latinoamericanos, entre ellos, Nicaragua. Sin embargo, el acercamiento de Rusia, junto con el de China, parece ser más político que económico.
"Las relaciones comerciales con Rusia son prácticamente inexistentes. Las exportaciones de Nicaragua hacia Rusia más bien disminuyeron en el 2022 y son irrisorias", resume el economista nicaragüense.
Y concluye: "En cuanto a las relaciones con China, hasta ahora, son nada más que anuncios y expectativas. No hay ninguna evidencia, ni en el plano comercial, de inversiones o de cooperación al desarrollo, que puedan demostrarse más allá de las declaraciones amables de los chinos". (rml)