No contaban con el Líbano
6 de septiembre de 2006
"Hay que evitar que soldados alemanes disparen, aunque sea sin querer, a israelíes", dijo la canciller alemana, Angela Merkel. El posicionamiento de infantería germana en el Líbano quedó por lo tanto descartado. Sin embargo, Alemania podía sentirse cómoda dirigiendo la tropa internacional destinada a asegurar las aguas libanesas, oferta que no evitó el debate en país: ¿debe Alemania enviar soldados al Líbano?
Pocos en Alemania podían imaginarse que las cosas acabarían tomando el curso que siguen hoy. De pronto, el mismo Líbano introduce un elemento nuevo en la discusión: no se trata de lo que Alemania deba o quiera, sino de lo que el país que recibe a los soldados necesita o quiere. El Gobierno libanés ha puesto condiciones claras a la participación de Alemania en el Líbano y ya hay quien dice que dichas exigencias restan todo el sentido a una misión germana.
Condiciones para Alemania
Los barcos alemanes no podrán acercarse a más de siete millas, 13 km, de la costa libanesa. La franja que entre los marines germanos y el suelo firme del Líbano quede, es zona de alta seguridad libanesa y su control estará reservado a efectivos militares nacionales. Más allá de una cuestión kilométrica, este posicionamiento tiene consecuencias prácticas: los soldados alemanes no podrán vigilar la carga de los barcos que se acerquen al Líbano y Hezbolá podría, en caso de considerarlo necesario, seguir recibiendo suministros de armas.
"Nuestros reparos están relacionados con la posibilidad de que soldados alemanes puedan registrar embarcaciones cuyo destino sea el Líbano, lo que supondría un ataque a la soberanía del país", explicaba Hussein Hadsch Hassan, parlamentario de Hezbolá.
Fuad Siniora, el primer ministro libanés, comunicó por teléfono a Angela Merkel lo decidido por su gabinete, que además será plasmado por escrito en un documento dirigido a un tiempo a Naciones Unidas y al Gobierno de Alemania y sobre el cual los germanos decidirán qué hacer con sus planes en el Líbano.
Fin del bloqueo
Pero la orden de alejamiento no es lo único que los libaneses querían hacer saber a los alemanes. Siniora indicó igualmente a Merkel que, hasta que Israel no desista de bloquear por mar y aire al Líbano, el Gobierno de Beirut no dará luz verde al estacionamiento de marines alemanes frente a las cotas libanesas, o mejor dicho, a 13 km de éstas.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se muestra sin embargo confiado en que Israel pondrá fin al bloqueo en plazo de, como mucho, 48 horas.
Mientras que se aclara el cuándo, el cómo y si habrá participación alemana en el Líbano, el Gobierno libanés ha pedido a Francia que se ocupe de la seguridad de las aguas: Francia posee ya barcos estacionados en la zona con los que se ayudó durante el mes de guerra a que los refugiados abandonaran las regiones peligrosas del país.
Reacciones en Alemania
Las exigencias libanesas han pillado a Alemania sumida en una discusión sobre las misiones internacionales y las obligaciones del ejército alemán. Hay quien reclama que Alemania no participe por principio. Hay quien exige que, en caso de hacerlo, se reforme el ejército y se destine a las Fuerzas Armadas más medios y dinero. Hay quien recuerda que los soldados alemanes merecen también una explicación sincera sobre los riesgos que acarrea su profesión.
En medio de tanta reclamación, nadie había contado con el Líbano. "Si el mandato se restringe a navegar por detrás de la línea de las seis o doce millas, mi consejo es que Alemania no participe [en la misión de la ONU], ya que las tropas internacionales tendrían las manos atadas en caso de que, por ejemplo, un barco se dirija de Siria al Líbano", declaró Bernhard Gertz, coronel del ejército alemán.
Por su parte, Merkel dice respetar la decisión del Gobierno libanés y hace por enésima vez un llamamiento a la paciencia: "La solidez es más importante que la rapidez", repitió la canciller. Y en caso de que la vía militar, por lo menos para Alemania, no de sus frutos, Merkel propone volver a las raíces de poner en primer plano las soluciones políticas. "En estos momentos se habla muy poco del proceso político y mucho de las acciones militares", dijo, para añadir que la paz sobre la base de los "dos Estados" (palestino e israelí) es "la única alternativa".