"No hay doble standard"

Las relaciones entre Cuba y la Unión Europea atraviesan un momento de frialdad que se ha ido acentuando en los últimos meses hasta culminar, por ahora, en la afirmación del presidente cubano, Fidel Castro, de que renunciará a la ayuda de dicha organización. El encargado de la delegación de la UE en La Habana, Sven Kühn von Burgsdorff, no quiere especular por el momento acerca de la incidencia que tal anuncio tendrá en su labor concreta, pero aseguró a DW-WORLD que hasta ahora no ha habido fricciones y que mantiene muy buenas relaciones laborales y personales con sus interlocutores cubanos.

Criterios igualitarios

"Nuestra intención es luchar contra la pobreza en todos los países del mundo. Por eso queremos seguir trabajando aquí, focalizando el esfuerzo en los más necesitados", afirma Sven Kühn von Burgsdorff, remitiéndose por lo demás al comunicado con que la Unión Europea reaccionó al discurso de Castro en el cincuentenario del asalto al Cuartel Moncada.

En tanto la delegación de la UE no reciba una comunicación oficial del gobierno cubano, no es mucho lo que puede agregar su encargado al respecto. No obstante, comentando las palabras del presidente, puntualizó que la Unión Europea se guía por una postura común, que contempla el deseo de promover la democracia, los derechos humanos, la economía de mercado y la mejora de la condición de vida de la población cubana. "No son condicionamientos; son objetivos políticos y económicos que compartimos también con otros países", indica Kühn von Burgsdorff, puntualizando que tales criterios, sobre todo en lo que se refiere a la democracia y los derechos civiles y políticos, "son parte integral de cualquier acuerdo de cooperación que suscribe la Unión Europea con otro país."

Política constante

En consecuencia, según Kühn von Burgsdorff, no se aplica a Cuba un parámetro diferente. "Si Ud. analiza el comportamiento de la UE y sus miembros en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, y si observa la posición que tomamos con respecto a otros países, como China o Zimbabue, puede confirmar que no existe un doble standard", indicó, asegurando que "analizamos la situación de derechos humanos de la manera más objetiva posible".

El representante de la UE en La Habana refutó igualmente las críticas de Fidel Castro en cuanto a la dependencia de la política europea de Estados Unidos, si bien dijo estar acostumbrado a esas interpretaciones. Como ejemplo, subrayó que "en la ONU votamos durante los últimos 10 años siempre a favor de la resolución cubana contra el embargo estadounidense". En suma, Kühn von Burgsdorff considera que la política de la Unión Europea es clara: "es una política contra las sanciones económicas, pero a favor de los derechos humanos en cualquier país, también en Cuba".