Novela policíaca en auge en Alemania: „mientras más duro, mejor“
17 de septiembre de 2009Uno de cada cuatro libros vendidos en Alemania es de ficción policial, de acuerdo a la Asociación del Comercio de Libreros Alemanes. Las librerías, por su parte, estiman que los libros corresponden al 50 por ciento de las ventas y aseguran que en los últimos tiempos muchas novelas tradicionales han pasado a incluir elementos de suspenso, aunque no sigan la línea policíaca. El motivo es que los alemanes adoran una pizca de acción.
Sexo y muerte
Para Manfred Sarrazin, el propietario de una librería especializada en ficción criminal en la ciudad de Colonia, los lectores siempre se dejan fascinar por dos asuntos: sexo y muerte – una combinación que representa el ADN de los thrillers. Él mismo se considera un consumidor compulsivo de libros de suspenso. A lo largo de los años, ha visto migrar el interés de los lectores de un ¿quién fue? a un ¿cómo lo hizo?, ¿por qué?, ¿será capturado?
Según Sarrazin, en los libros actuales de ficción policíaca “usted conoce la identidad del serial killer y sabe todo sobre los policías que están tras suyo. La tensión proviene del hecho de no saber cómo será capturado”.
Olaf Petersen que trabaja en la casa editorial Kiepenheuer und Witsch en Colonia cree que lo que vuelve irresistible este género es el hecho de pone en el escenario la parte más oscura del alma humana.
Toneles del alma humana
“Estas novelas son como toneles a donde van a parar todos los problemas de la gente. Las ganas de mirar en el lado oscuro de las personas no se detienen ante la brutalidad. “Aquí pasan cosas realmente malas”. Estas cosas malas ocupan en muchas novelas policíacas a investigadores no menos malos. Burlados, maltratados, un perdedor nato – un investigador de verdad no puede ser un héroe brillante.
Aunque los héroes melancólicos y solitarios como el comisario Wallander de Henning Mantel o la brillante Kay Scarpetta de Patricia Cornwells siguen entusiasmando al público alemán, los autores germanos van en ascenso.
En Alemania, en la novela policíaca actual también se tratan problemas sociales. El espectro es amplio: junto a temas globales y teorías conspirativas, lugares exóticos y casos políticos existe la tendencia a lo pequeño y local. “Un investigador puede venir del interior y puede representar una región”, explica Petersen.
Sin miedo a los bajos fondos
Lo cierto es que el mercado alemán de la novela policíaca va en ascenso. Y no siempre fue así. Muchos autores alemanes se sentían demasiado bien educados como para escribir “cosas bajas”. “Si se quiere que aparezca un tratante de blancas en una novela y se le pone voz, y quiere que sea auténtico, hay que conocer a un tipo así o conocer a un periodista que conozca a un tipo así. De otra manera no va”, dice Sarrazin.
Mientras que antes se intentaba describir entornos que uno mismo nunca se había atrevido a pisar, la generación actual no conoce ese tabú. Muchos autores investigan para la creación de sus personajes en el lugar en el que van a actuar y se apropian de ese lenguaje. Eso se siente al leer. Además, los más jóvenes han crecido con las técnicas y trucos de los autores ingleses. Y los han adoptado. “Si usted quiere provocar un incendio forestal, necesita un encendedor bueno”, concluye Sarrazin: “si quiere inflamar al lector, requiere de un conflicto duro –mientras más duro, mejor”.
Autor: Stefanie Wenkel
Editor: José Ospina