Nuevo Gobierno alemán condenado a ahorrar
11 de octubre de 2005
Durante la reunión quedó claro que Alemania deberá volver a observar bajo todas las circunstancias las disposiciones del Pacto Europeo de Estabilidad hasta 2007, es decir, que el endeudamiento nuevo deberá quedar por debajo de la marca del tres por ciento del PIB. Con ello concordó también Caio Koch-Weser, subsecretario de finanzas alemán, hoy en Luxemburgo.
Joaquín Almunia, Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, resaltó que no cabe duda de que el nuevo Gobierno alemán deberá consolidar el presupuesto y proseguir con las reformas estructurales ya iniciadas durante la coalición socialdemócrata-verde.
El todavía ministro federal de Finanzas, Hans Eichel, ya había aclarado el lunes por la noche que es imposible que Alemania cumpla con el criterio del tres por ciento en 2006. "Eso supondría aplicar una política de crash", agregó. Y eso, naturalmente, nadie lo quiere.
Alemania viola la regla de endeudamiento todos los años desde 2002. Pero el procedimiento de la UE contra Alemania se halla actualmente congelado. La UE se ha propuesto decidir en noviembre si lo descongela. Bruselas cuenta con que este año Alemania tendrá un nuevo endeudamiento del cuatro por ciento.
Sorpresa: "un adelanto de confianza"
El vicepresidente del Eurogrupo de Finanzas, el ministro austriaco Karl-Heinz Grasser, pidió "un adelanto de confianza" para el nuevo Gobierno alemán. Ello sorprende, ya que Grasser había exigido aún en septiembre acelerar el procedimiento por déficit contra Alemania.
La consolidación del presupuesto desempeñará un papel importante en las negociaciones de coalición entre sociademócratas y conservadores para formar nuevo Gobierno en Alemania. De acuerdo con el Pacto reformado, un país puede acusar también durante algunos años un déficit de más del tres por ciento, si ello se debe a "circunstancias extraordinarias".
Hungría: el horno no está para bollos
También Hungría es observada con ojos de cancerbero por la UE. El nuevo endeudamiento de los húngaros rondará este año el seis por ciento: un serio exceso, más teniendo en cuenta que a comienzos de año se había contado con no más del 3,6 por ciento.
Debido a que Hungría aún no es miembro de la Eurozona, es decir, del área de circulación del euro, la UE no le puede aplicar las sanciones previstas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Pero la UE sí puede recurrir a otro instrumento: no transferir los dineros de los fondos de cohesión y fomento de la infraestructura. "Es un tema que podríamos poner sobre la mesa", amenazaron los euroministros y particularmente Koch-Weser. En todo caso, el ingreso de Hungría a la zona del euro se aplaza ahora por bastante tiempo, concluyó con el ceño fruncido.