Obama desea una Rusia “fuerte”
7 de julio de 2009“Estados Unidos quiere una Rusia fuerte, pacífica y próspera”, destacó el presidente Barack Obama, en un discurso pronunciado ante egresados de una escuela superior de negocios de Moscú. Son palabras que se escuchan con agrado en Rusia, pero que también son analizadas con espíritu crítico.
En sus ediciones matutinas del martes, el segundo día de la visita de Obama, algunos periódicos rusos se preguntaban en tono desconfiado si el presidente estadounidense no estaría avasallando simplemente a Rusia con su cordialidad, o si el Kremlin no habrá hecho demasiadas concesiones, simplemente porque el jefe de la Casa Blanca promete un futuro mejor.
Poco efusivo encuentro con Putin
También el primer ministro Vladimir Putin tenía interés de encontrarse personalmente con el hombre que pretende abrir un nuevo capítulo en las relaciones ruso-estadounidenses, y que en la jornada previa había negociado tan fructíferamente con el presidente Dmitri Medvedev.
Putin recibió a Obama en su residencia a las puertas de la ciudad, para el desayuno ruso. Ambos intercambiaron muchas cortesías, pero no hubo una atmósfera muy efusiva. Putin no comentó el encuentro. Obama, en cambio, hizo un balance de la reunión una posterior conversación con Medvedev. “Me sirvieron una gran cantidad de cosas sabrosas”, comentó riendo, para agregar luego que había sostenido un buen diálogo con el primer ministro. “Pienso que tenemos un gran potencial para alcanzar algo juntos”, puntualizó.
Tiempos pasados
Unidad en lugar de confrontación. Ése fue también el tenor del discurso de Obama ante los estudiantes en Moscú. Allí subrayó que sólo si los grandes del mundo trabajan mancomunadamente será posible evitar problemas medulares, como una nueva carrera armamentista atómica en el Cercano y Medio Oriente.
El presidente estadounidense recalcó que ha terminado el tiempo de los bloques y de las zonas de influencia. “En el año 2009, una superpotencia no debería demostrar su fuerza dominando o demonizando a otros países”, puntualizó, agregando: “Los días en que las potencias mundiales movían como piezas de ajedrez a países soberanos, han quedado atrás”.
Críticas directas
Poco después Obama fue más directo aún en su crítica a la política rusa en el Cáucaso y, sobre todo, al reconocimiento de la independencia de las provincias separatistas georgianas de Abjasia y Ossetia del Sur. Según afirmó, el principio de la inviolabilidad de las fronteras no sólo rige para Estados Unidos y Rusia, sino también para Georgia.
El visitante también se refirió al tema de los derechos humanos y los valores democráticos. El hecho de que luego se haya reunido con defensores de derechos humanos y dirigentes opositores demuestra que presidente estadounidense desea algo más que un mero coqueteo.
Su actitud tiene buena acogida. Por lo menos de parte del presidente Medvedev, quien alabó el discurso de Obama en la escuela de negocios.
Ambos se proponen proseguir el diálogo. Quizá este mismo miércoles, en la cumbre del G8, en Italia.
Autora: Christina Nagel
Editora: Pablo Kummetz