Octubre de 1962: Cuba, en el epicentro de la crisis de los misiles
La crisis de los misiles puso al mundo al borde de una guerra atómica. Un vistazo a esos aciagos días de octubre de 1962.
Misiles soviéticos en Cuba
El 14 de octubre de 1962, aviones del servicio de inteligencia estadounidense confirmaron la presencia de lanzaderas y misiles de medio alcance en la región occidental de Cuba y documentaron su hallazgo con fotografías aéreas. Estallaba así la "crisis de los misiles", que llevó a Estados Unidos y la Unión Soviética al borde de una confrotación nuclear.
Aliados en la Guerra Fría
Fidel Castro y el líder soviético, Nikita Kruschev, llegaron a un acuerdo secreto en julio de 1962 para instalar misiles nucleares en Cuba, con el fin de disuadir a Estados Unidos de invadir la isla. Moscú quería también equilibrar fuerzas con Estados Unidos, que previamente había emplazado en Turquía misiles capaces de hacer blanco en territorio soviético.
Invasión frustrada
Más de un año antes, en abril 1961, tropas paramilitares de cubanos exiliados habían desembarcado en Bahía de Cochinos, en un intento por derrocar al gobierno de Castro, con el respaldo de Estados Unidos. Tras el fracaso de ese episodio, que también se conoció como invasión de Playa Girón, se temían nuevos esfuerzos estadounidenses por invadir la isla.
Kennedy impone una "cuarentena"
El presidente estadounidense, John F. Kennedy, reaccionó a la evidencia de la presencia de misiles soviéticos en Cuba anunciando, en un discurso televisado, el 22 de octubre, una "cuarentena" naval en torno a la isla, y conminando a Moscú a retirar dicho armamento.
Movilización cubana
En esos momentos de extrema tensión, en que el mundo se hallaba al borde de una guerra entre las superpotencias, también Cuba se preparaba para una posible invasión. Fidel Castro, que en la foto inspecciona armas pesadas, advirtió del peligro a la ciudadanía y se ordenó la movilización de aproximadamente 300.000 hombres armados.
El bloqueo naval
El 24 de octure se hizo efectivo el bloqueo naval. Mientras Washington y Moscú negociaban tras bambalinas, febrilmente, en busca de una salida, buques estadounidenses patrullaron la zona, dejando pasar solo naves tras comprobar que no llevaban armamento a bordo. (En la foto, el destructor estadounidense Barry navega junto al buque soviético Ansonov, el 10 de noviembre de 1962).
El caso ante la ONU
Estados Unidos presentó imágenes de las armas soviéticas ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde se produjo un acalorado debate y el representante de Moscú negó la veracidad de las acusaciones.
La retirada
Tras días de intensas negociaciones, se llegó a un acuerdo en virtud del cual Estados Unidos se comprometió a no invadir Cuba, a cambio del desmantelamiento y retirada de los misiles soviéticos de la isla. El 28 de octubre, Kruschev anunció que las armas en cuestión serían retiradas en las semanas siguientes. (En la foto, el buque Kasimov deja Cuba con aviones soviéticos a bordo, en diciembre).
El triunfo de la diplomacia
Aunque no se reconociera abiertamente, Washington aseguró también a Moscú que, en un tiempo, retiraría sus misiles de Turquía. La conciencia de que un enfrentamiento llevaría a un holocausto nuclear indujo a Nikita Kruschev y John F. Kenndey (en la foto, en un encuentro en Viena en 1961) a utilizar a fondo la diplomacia para superar lo que se considera la crisis más peligrosa de la Guerra Fría.