Ofensiva de la OTAN en Afganistán
6 de marzo de 2007La Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lanzó su mayor operación en Afganistán desde el 2001 contra los talibanes y los señores de la droga en el sur del país, mientras miles de personas se manifestaban en el este contra los soldados estadounidenses por la muerte de civiles.
Operación Aquiles
La Operación Aquiles, en la que eventualmente participarán 4.500 soldados de la OTAN y cerca de 1.000 fuerzas afganas, comenzó al amanecer en la provincia de Helmand, un centro de opio del mayor productor mundial, dijo el responsable del mando sur de la Alianza, el general holandés Ton van Loon, en un comunicado.
Los talibanes invadieron la localidad de Musa Qala, en Helmand, hace un mes, terminando una controvertida tregua, pero una portavoz de la OTAN dijo que la operación no se limitaba a esa ciudad.
"Significa el inicio de una ofensiva prevista para llevar seguridad a la (provincia de) Helmand y establecer las condiciones para un desarrollo significativo, que mejorará de manera fundamental la calidad de vida de los afganos en la zona", declaró el militar.
La OTAN tiene unos 33.000 hombres en el país, incluyendo personal de apoyo. La operación abierta está destinada principalmente a permitir que se reparen y se amplíen las instalaciones hidroeléctricas de la presa Kajaki, que está en esta provincia.
"Las operaciones se centrarán en la mejora de la seguridad en
zonas donde los extremistas talibanes, los narcotraficantes y
otros elementos están intentando desestabilizar al gobierno",
dijo Van Loon.
Un año sangriento
Más de 4.000 personas murieron en combate el año pasado, el
más sangriento desde que las tropas lideradas por Estados Unidos
derrocaron a los talibanes en el 2001.
La OTAN, Estados Unidos y los talibanes han advertido de una ofensiva durante la primavera una vez que comience el deshielo, y ambas partes dicen que tomarán la iniciativa.
La ofensiva del martes se produce mientras cientos de personas protestaban en la ciudad oriental de Jalalabad, cerca de Pakistán, por la muerte de varios civiles a manos de soldados estadounidenses el domingo.
Al menos 2.000 personas bloquearon la autopista entre la ciudad y Kabul, una importante ruta comercial hacia Pakistán, coreando "¡Muerte a los estadounidenses!", según relataron varios testigos.
Los manifestantes solicitaban acciones estrictas del gobierno
contra los soldados responsables, que abrieron fuego después de que su convoy fuera objeto de un ataque suicida.
La cifra oficial es de al menos 10 muertos pero la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch, con sede en Nueva York, sitúa esa cifra entre 8 y 16.
Los analistas dicen que las muertes de civiles minan el apoyo a la presencia de tropas extranjeras en un país, donde la mayoría de la población no ve ningún atisbo de reconstrucción y desarrollo que mejore su modo de vida.