En Alemania numerosas empresas han ofrecido excelentes resultados en los últimos ejercicios. Al menos hasta ahora. Los trabajadores se ven en su legítimo derecho a exigir un aumento de sueldo a sus directivos, pues se consideran parte del éxito. Y si no hay acuerdo a la hora de firmar el convenio colectivo, la situación puede acabar en huelga.