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Asesinadas once personas en zona rural de El Salvador

3 de marzo de 2016

Fueron asesinados por pandilleros cuando se encontraban en labores en una zona rural del municipio de San Juan Opico, 43 kilómetros al noroeste de San Salvador, en circunstancias que no han sido aclaradas.

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El Salvador Gefängnisaufstand in Quezaltepeque
Imagen: Reuters/J. Cabezas

Un portavoz de la Fiscalía salvadoreña dijo que "inicialmente podemos confirmar siete (personas asesinadas), en virtud que no ha entrado el fiscal a la zona"; no obstante, la Policía informó a los periodistas que aguardan en las cercanías que las víctimas ascendían a once. Ocho de ellas son trabajadores de una compañía eléctrica. Los otros tres, campesinos. Todos fueron asesinados por pandilleros cuando se encontraban en labores en la citada zona rural, informaron hoy (03.03.2016) las autoridades.

La policía dijo que los empleados subcontratados por la eléctrica EDESAL fueron raptados y asesinados en un lugar desolado del municipio de San Juan Opico, a 43 kilómetros al noroeste de San Salvador, donde realizaban trabajos de mantenimiento.

Medios locales aseguraron que los ultimados eran trabajadores de una compañía distribuidora de energía eléctrica, quienes fueron asesinados supuestamente por pandilleros de la zona. El portavoz de la Fiscalía consultado por Efe dijo que las personas asesinadas vestían con chalecos similares a los que utilizan los empleados del sector eléctrico, "no pudiéndose determinar qué tipo de compañía".

"Estamos realizando la inspección y haciendo las indagaciones para tratar de determinar cuál fue la causa de este hecho. De las ocho personas, seis eran bastantes jóvenes y los otros dos que eran de mayor edad", dijo a la prensa el director de la policía, Howard Cotto.

La Fiscalía General de la República también informó sobre otro hallazgo, el de tres campesinos asesinados en una zona cercana a donde se encontraron las primeras ocho víctimas. El jefe policial no llegó a relacionar los asesinatos de las once personas con una represalia por la muerte de un líder de la Mara Salvatrucha el pasado 25 de febrero.

Fuera de control

Las pandillas conocidas como "maras" se disputan a muerte el control de los territorios y prohíben bajo amenaza el ingreso de comercio y personas ajenas a la actividad de las barriadas. En los territorios bajo su control, los pandilleros suelen esconder armas, droga y sepultar a sus víctimas en fosas clandestinas para evitar que sean encontradas por las autoridades.

La ola de violencia que vive El Salvador se ha cobrado la vida de 1.399 personas entre enero y febrero pasados, cifra con la que el inicio del 2016 se situó como el más violento en la última década en el país centroamericano. Las autoridades del Gobierno aseguran que la escalada en la cifra de muertes violentas obedece a la tradicional disputa de territorios entre las pandillas para el tráfico de drogas al menudeo y el cobro de extorsiones, y a las bajas causadas por los cuerpos de Seguridad a estas organizaciones.

El país centroamericano cerró 2015 con una tasa de 103 homicidios por cada 100.000 habitantes, una de las más altas del mundo, según las Naciones Unidas.

JC (EFE, Reuters)