ONU aprueba ambiciosos Objetivos de Desarrollo
25 de septiembre de 2015
Antes de que termine el año 2030, en el planeta no habrá más hambre ni pobreza extrema. Al menos esos son los principales objetivos de los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados este viernes (25.09.2015) en Nueva York, en el marco de una cumbre de alto nivel realizada por Naciones Unidas poco antes de la Asamblea General de este año. El nuevo plan reemplazará a los Objetivos del Milenio aprobados en 2000.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDGs, por sus siglas en inglés) incluyen 17 objetivos con 169 metas específicas, que tienen como fin erradicar la extrema pobreza, combatir la desigualdad y la injusticia, además de brindar educación de calidad a todos, dar acceso a agua potable y alcantarillado y lograr el crecimiento económico. Los líderes aprobaron una agenda ambiciosa, resultado de años de consultas con gobiernos y la sociedad civil y que afecta tanto a países ricos como a pobres.
“Nadie puede ser dejado de lado”, dijo el secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon. “Pero aún queda por delante la verdadera prueba, la implementación. Para ello necesitamos ayuda de todas partes y de todos. Necesitamos compromiso político y colaboración de todos”, aseguró. Para ello, es necesario “cambiar y mirar más allá de las fronteras nacionales”, sostuvo. Se entiende por pobreza extrema la de aquellas personas que viven con menos de 1,25 dólares al día.
“Momento decisivo en la historia”
Para Ban, la aprobación de la nueva agenda global de desarrollo marca “un momento decisivo en la historia de la humanidad”. El secretario general aseguró que la iniciativa es “una promesa de los líderes para todo el mundo” y la definió como una “visión universal, integrada y transformadora para un mundo mejor”. Durante los tres días de discursos, se espera que los dirigentes se refieran a la implementación de los objetivos y también discutan un nuevo acuerdo sobre cambio climático, considerado parte de los SDGs, y que se terminará de redondear en París a fin de año.
También hay metas ambiciosas para reducir la mortalidad materna e infantil, acabar con la epidemia del sida y facilitar a todo el mundo el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva. La nueva agenda de desarrollo fue aprobada por aclamación y sustituye a los Objetivos del Milenio, cuyo ciclo se cierra este año con gran éxito en áreas como la reducción de la extrema pobreza, pero lejos de cumplir otras metas e incapaces de frenar la desigualdad en el mundo.
DZC (EFE, dpa)