Opinión: ¡Mala hierba nunca muere!
11 de marzo de 2015A lo largo de más de veinte años el ex primer ministro italiano ha librado diferentes batallas contra la justicia italiana, como acusado de diversos delitos. Ahora, puede celebrar su último y mayor triunfo contra una acusación que sí hubiera podido mandar al anciano de 78 años a la cárcel, como en efecto, lo dispuso la condena, en primera instancia.
Aunque políticamente Berlusconi aún no había muerto, este fallo sí lo tenía marginado. Con su eventual retorno al escenario político, la estabilidad lograda por el primer ministro Matteo Renzi está en peligro.
¿Qué tan fuerte es el respaldo a Renzi?
Renzi hizo un pacto con Berlusconi cuando lo necesitó para sacar adelante una nueva ley electoral. Berlusconi tiene influencia sobre votaciones decisivas de la bancada de su partido Forza Italia en el Senado, una de las dos cámaras legislativas.
Matteo Renzi se comprometió con Berlusconi con el fin de promover, al menos, una parte de sus ambiciosas reformas. Y la relación entre Renzi y Berlusconi era buena, hasta que Renzi promovió la elección de Sergio Mattarella como nuevo presidente de Italia, una figura que Berlusconi rechaza totalmente.
El presidente Mattarella fue juez constitucional. Y Silvio Berlusconi considera que todos en la Justicia son “terroristas” o “talibanes” que solo buscan molestarlo a él, un respetable multimillonario. Ahora, Berlusconi ha anunciado que rechazará los nuevos proyectos de Renzi, incluida la ya aprobada reforma al sistema judicial.
Gracias a su absolución en el caso “Bunga Bunga”, Silvio Berlusconi podría volver a intentar ganar un cargo político. A pesar de que, debido a una condena por evasión de impuestos no podrá asumir ningún cargo público hasta 2019, un arreglo con Renzi podría permitirle su retorno antes de esa fecha.
Italia no se merece eso
Si quiere regresar no hay problema, nadie lo elegirá, creen muchos fuera de Italia. Pero analistas aseguran que Berlusconi aún tiene un 20% de intención de voto. Y que ese porcentaje crecería si “il Cavaliere” logra el respaldo de la derecha italiana rebelde.
En Europa Berlusconi cuenta con poco apoyo. En otoño de 2011 los conservadores Angela Merkel y Nicolás Sarkozy lo presionaron por su negativa a llevar a cabo las reformas estructurales que exigían una disminución del gasto fiscal. Desde esa vez, Berlusconi culpa a Alemania de los problemas de Italia. Él nunca asume la responsabilidad por sus hechos.
El regreso de Silvio Berlusconi sería una pesadilla para Italia y Europa. Italia terminaría en el caos y Europa tendría que vérselas con un político que dice ser amigo personal del presidente ruso, Vladimir Putin.