Opinión: Ni hablar de alto el fuego en Siria
21 de septiembre de 2016Por lo que se ha sabido, casi nadie en Siria esperaba que el alto el fuego durara. Aún menos gente pensaba que pudiera ser el punto de partida de una solución al sangriento conflicto. No obstante, la mayoría anhelaba una tregua y celebró luego en las calles y los cafés. Cuando alguien preguntaba por el alto el fuego, la respuesta más frecuente era “Alhamdukillah”: ¡Gracias a Dios!
Entre las trágicas consecuencias del fracasado cese del fuego se cuenta el hecho de que muchos habitantes de Siria han recibido una inquietante lección: la de que tampoco una tregua reditúa verdaderamente. En concreto, nos referimos los habitantes de aquellos territorios sitiados y sometidos al hambre, mayormente por el régimen de Bashar Al-Asssad y sus aliados.
Cientos de miles pasan hambre
Según estimaciones de la ONU, se trata de unas 600.000 personas; otras organizaciones hablan de hasta un millón. Al comienzo, cuando el cese del fuego se mantenía aunque fuera a duras penas, la ayuda alimentaria podría haberse puesto en marcha. No fue así, entre otras cosas porque el gobierno sirio no extendió los documentos necesarios. Los camiones estaban listos y podrían haber partido. Ahora, un convoy humanitario incluso fue bombardeado y la ONU ha suspendido por el momento todo envío.
Los hambrientos sirios han descubierto, sobre todo, que ni siquiera un alto el fuego tiene sentido. Pasan hambre cuando las armas callan y pasan hambre cuando se combate. ¿Por qué no habrían entonces de unirse de inmediato a Fatah Al-Sam, aquel grupo terrorista que hasta hace poco se llamaba Frente Al Nusra y que está ligado a Al Qaeda? ¿O por qué no habrían de apoyar por lo menos a esos terroristas? Sus combatientes ya han demostrado al menos que pueden romper bloqueos. Es cierto que son terroristas, ¿pero qué más da? Podría pensar uno que otro sirio sitiado: ello son más fuertes y más numerosos.
Política que genera terrorismo
Sobre todo Assad, y también Rusia, subrayan continuamente que el principal objetivo es derrotar a los terroristas en Siria. ¿Por qué empujan entonces a la gente a sus brazos? Si Assad realmente quería una tregua, ¿por qué no veló porque la gente hambrienta se beneficiara de ella, para romper el círculo vicioso de la escalada del conflicto?
Quienquiera sea el responsable de que el alto el fuego se tambalee –los adversarios se achacan mutuamente la culpa- el culpable del sufrimiento de cientos de miles de personas es aquel que desecha de inmediato y por completo lo acordado, sin haber hecho el intento de salvar el alto el fuego; es decir, el régimen de Assad.
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