Opinión: Trump y su prueba de ingreso
17 de febrero de 2017Sobre Donald Trump se pueden decir muchas cosas, pero no que elude los conflictos. Por otro lado, es parte del conflicto, inevitablemente, intercambiar puntos de vista polémicos. Y en esta disciplina, el presidente de Estados Unidos tiene mucho por mejorar. Trump prefiere manejar los conflictos tomando una decisión y dándola a conocer como una orden que luego, obviamente, espera que sea obedecida.
¿Manejar el Estado como una empresa?
Esto demuestra que el mandatario estadounidense es un empresario nato que quiere trasladar sus métodos habituales a la política. Sin embargo, en las empresas hay gremios a los que el gerente también debe rendir cuentas. Y los miembros de los gremios tienen tantas peculiaridades como los mismos empresarios. Si se los reta, se despierta su espíritu combativo.
Recién ahora el presidente se está dando cuenta de este problema. Esta es una de las razones por las que todavía, semanas después de asumir el cargo, tiene dificultades con los nombramientos en los puestos clave de su Gobierno. La minuciosa revisión de los candidatos para estos puestos tiene larga tradición en Estados Unidos. También es conocido que no siempre se actúa por motivos nobles, para que sólo los mejores lleguen a los puestos importantes. Desde siempre, motivos personales y políticos han tenido un papel en la selección del personal y en el examen del "lado oscuro” de los postulantes. Por eso se puede entender que muchos candidatos ni siquiera se quieran exponer a las vergonzosas entrevistas.
Alguien que se crea mejor
En el caso de Trump, hay un agravante: que quien selecciona al personal tiene -dicho cautelosamente- la mejor opinión sobre si mismo y sus capacidades. Así lo demostró Trump, por ejemplo, en un programa de televisión estadounidense. No se sabe si el presidente escucha a sus asesores para elegir al personal o si sigue simplemente su propia intuición.
En todo caso, Trump ya ha tenido que enfrentar algunas bajas en su gabinete. La retirada de asesores económicos no fue de tanta importancia como la renuncia del candidato para manejar el Ministerio de Trabajo. Pero la renuncia forzada del Asesor de Seguridad Nacional fue un golpe realmente duro. Esto plantea serias dudas acerca de si Trump -independientemente de las críticas sobre sus vínculos con Rusia- podrá llegar a ser un político aceptable.