Opinión: un tenso Trump frente a una soberana Merkel
18 de marzo de 2017Estaba prohibido empezar mal. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente estadounidense, Donald Trump, habían acordado resaltar sus similitudes y hablar poco - o nada - sobre sus discrepancias. Y así lo cumplieron, especialmente ante a la prensa. Pero llamó la atención el tenso comportamiento mostrado por el anfitrión. Nada extraño. Pues, hasta ahora, su país no le ha concedido el respaldo necesario en su política migratoria, en el trato con los servicios de inteligencia o en la reforma del sistema de salud. De modo que lo último que el presidente Trump necesita ahora es cometer algún error frente a una de las más antiguas líderes mundiales. Merkel goza de una gran reputación en Washington, a pesar de sus políticas de refugiados que muchos estadounidenses rechazan. Los estadounidenses destacan especialmente el poder económico de Alemania.
Trump es el tercer presidente de Estados Unidos con el que Merkel trata de encontrar un lenguaje en común y sentar bases para un entendimiento político. En esta primera reunión, Merkel no lo hizo tan mal. Con un soberano desenvolvimiento deslizaba, una tras otra, sus convicciones: los valores en común, el compromiso con la OTAN, las fronteras abiertas dentro de la UE, el libre comercio e incluso una mejor relación con Rusia – pero solo después de que se resuelva la crisis con Ucrania. La única indirecta de la canciller: "Es mejor hablar entre nosotros que sobre nosotros”. Dirigida, sin duda, a la impertinente crítica del entonces candidato Trump a Merkel; que ahora como presidente quería hacer olvidar. Trump ha sido cortés con su invitada y la ha tratado educadamente.
Pequeñas victorias
Ambas partes se concedieron pequeñas victorias: Merkel prometió - una vez más - un mayor gasto en defensa y Trump no se pronunció sobre la OTAN. Sin embargo, ambos seguirán manteniendo sus diferentes puntos de vista. Como en el libre comercio. Durante la rueda de prensa, Trump no mencionó palabra alguna sobre el planeado Tratado de Libre Comercio (TLC) con Europa. La canciller, sin embargo, subrayó que ese acuerdo beneficiará a ambas partes. Un tema que, al parecer, ambos tocaron a profundidad en privado.
La posición de Merkel y sus principales políticas son conocidas: su admiración por Estados Unidos, su compromiso con la OTAN y la UE así como su defensa de los valores de Occidente. Más bien, Trump es quién el año pasado llenó de dudas, por sus comentarios, dónde se ubica politicamente en realidad. Actualmente, el presidente estadounidense viene siendo "capturado" poco a poco por políticos experimentados como Merkel o el primer ministro japonés Abe. El cargo hace al estadista - y no al revés.
Este primer encuentro entre Merkel y Trump tendrá más consecuencias. No se esperaba muchos resultados de esta reunión. Trump está aprendiendo a ser presidente. Y Angela Merkel debería ayudarle hasta donde los intereses alemanes lo permitan. Finalmente, nadie se beneficiaría con una división de Occidente. Ni siquiera sus enemigos.
Miodrag Soric (CT)