La pesadilla de Turquía

Las pesadillas se hacen realidad estos días en Turquía. El terror ha llegado a la gigantesca ciudad de Estambul. Algo que no sorprende a nadie. En Alemania, sin embargo, el susto ha sido tremendo, teniendo en cuenta que casi todas las víctimas del reciente atentado terrorista eran turistas alemanes. A partir de ahora, y parafraseando a Goethe, a muchos sí les preocupará “que allá lejos, en Turquía, sus habitantes luchen entre sí”.

Conflictos paralelos en Turquía

Y es que esto es exactamente lo que sucede cada vez con más fuerza. Tres terribles ataques terroristas han dejado un saldo de casi 150 muertos en los últimos siete meses en Turquía. Las víctimas eran progresistas y kurdos. Los autores, seguidores de la autoproclamada milicia terrorista Estado Islámico.

Al mismo tiempo, en las regiones kurdas de Turquía hace estragos una guerra civil no declarada entre las fuerzas de seguridad turcas y el prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que ya le ha costado la vida a centenares de personas. Los muertos eran terroristas del PKK, explica el Gobierno de Ankara. En las regiones kurdas, por el contrario, se habla de muchas víctimas civiles.

Turquía está en guerra contra el terrorismo. Actualmente, el principal enemigo son los kurdos del PKK. Los peores ataques contra la población civil, sin embargo, fueron perpetrados por la milicia terrorista Estado Islámico.

Han tenido que morir turistas alemanes para que seamos conscientes del horror. ¿Por qué alemanes? Según la probabilidad, es posible que haya sido una casualidad. Con cinco millones de visitantes anuales, los alemanes constituyen el mayor grupo de turistas para Turquía, un país en el que el turismo juega un papel importante dentro de la economía.

Fin de la tolerancia con el EI

El gobierno turco asegura que los autores del atentado de Estambul están en la órbita de la milicia terrorista Estado Islámico. Durante los últimos años, la prensa crítica turca denunció en repetidas ocasiones cómo el Gobierno turco ha tolerado, permitido e incluso apoyado la presencia y actividad de militantes islamistas en el país.

Ankara siempre ha rechazado este tipo de acusaciones. Aunque es necesario remarcar que los gobernantes turcos tienen poco que temer, teniendo en cuenta que han eliminado a la mayor parte del periodismo crítico del país. Eso también es parte de la pesadilla que se vive en Turquía estos días.

Llegó el momento de que intervengan los aliados de Ankara. Estos deben insistir en la necesidad de que Turquía combata el terrorismo con decisión. Además, tienen que insistir en que el conflicto interno que sufre Turquía con el PKK kurdo se debe resolver con palabras, y no con armas. Si logran arreglar estos dos problemas, entonces aún habrá esperanza en la lucha contra el terrorismo y es probable que, así, Turquía consiga evitar una guerra civil.