Opinión: más libertad de prensa, menos influencia partidaria
3 de mayo de 2016La libertad de prensa es un bien valioso y escaso. Pero todos los que señalan hacia otros países deberían ver cómo están las cosas en casa. La senda hacia la libertad de prensa es larga y está llena de obstáculos. Para todo Estado. También para Alemania, como lo demuestra la historia de los medios de difusión de derecho público en el país.
Después de la II Guerra Mundial, los Aliados occidentales le impusieron a Alemania un sistema de radiodifusión regionalizado, que hacía imposible el retorno de la propaganda al estilo nazi. No obstante, una y otra vez el Estado intentó influir sobre los medios. Hasta los años 1980 se registraron duras escaramuzas entre los políticos y los medios. Al final ganaron los medios.
No obstante, hasta hoy debe ser defendida la libertad en los propios medios, nunca hay que bajar la guardia. La alta calidad de la democracia en Alemania va de la mano de la alta calidad y la autonomía de los medios de comunicación de derecho público.
Polonia cayó 29 lugares
En el más reciente ranking de libertad de prensa de “Reporteros sin Fronteras”, Alemania ocupa a nivel mundial el lugar 16, bastante más arriba que Gran Bretaña (lugar 38), Estados Unidos (41), Francia (45) y Polonia (47). Polonia, el país que hasta ahora estaba considerado ejemplo de transición lograda de la dictadura a la democracia, cayó 29 lugares en comparación con el año pasado. Polonia es hoy un alarmante ejemplo de qué sucede cuando los partidos políticos creen que los medios de derecho público les pertenecen a ellos.
El Gobierno nacional-conservador polaco ha transformado en un abrir y cerrar de ojos los medios de derecho público en medios del Estado. Sus directores son nombrados ahora directamente por el Gobierno. Docenas de periodistas de radio y TV críticos con el Gobierno han sido despedidos.
Pero eso no es nada nuevo en Polonia. En realidad, todos los Gobiernos desde 1989 han hecho lo mismo, si bien no tan rápida ni radicalmente. Es más, eso sucede básicamente en todas aquellas sociedades en las que sobre los responsables y los contenidos no deciden la sociedad civil, sino funcionarios de partido y de Gobierno.
La importancia de la sociedad civil
Alemania es un ejemplo de cómo puede funcionar correctamente: de conformidad con un fallo del Tribunal Constitucional Alemán, los partidos políticos y el Gobierno solo pueden estar representados con un tercio en los consejos de vigilancia de los medios de derecho público. El fallo es del 25 de marzo de 2014. El progreso es reciente, también en Alemania.
Pero, ¿qué sucede en Francia? Francia figura casi al mismo nivel que Polonia. A pesar de más de 200 años de tradición democrática en el país, France Television es un paradigma de canal estatal por antonomasia. Y si el Front National accediera al Gobierno en las próximas elecciones, los medios de derecho público pasarían a estar en la misma situación que los de Polonia, pues también en Francia decide el Gobierno sobre quiénes son los directores.
La conclusión es: la sociedad civil debe hacer todo lo que esté a su alcance para que sus representantes y no los de los partidos políticos y el Gobierno dominen en los consejos de vigilancia. Antes de que sea demasiado tarde.
El mismo texto en alemán: www.dw.com/de/kommentar-pressefreiheit-erhalten-parteieneinfluss-reduzieren/a-19231969