Una coalición de derecha en Austria amenaza a la UE
16 de octubre de 2017El excanciller checo Karel Schwarzenberg, un europeo inteligente, teme que Austria esté pasando por una "orbanización", en referencia a la Hungría del primer ministro, Viktor Orban. Según Schwarzenberg, la posible coalición entre el conservador Partido Popular Austríaco (ÖVP), con el ganador de las elecciones, Sebastian Kurz, y el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), populista de derecha, refleja la ola nacionalista que arrasa a la nación alpina y que podría conducir a una reestructuración completa del Estado, como sucedió en Hungría bajo el Gobierno de Orban. Si el joven Kurz y el presidente del FPÖ, Heinz Christian Strache, se convierten en socios de una coalición –que tratará temas como la política migratoria, la seguridad nacional y cuestiones políticas estructurales–, Austria comenzará a moverse en una nueva, y posiblemente problemática, dirección.
Kurz y Strache comparten la convicción de que, en primera línea, las fronteras deben permanecer cerradas para mantener a los solicitantes de asilo y los inmigrantes ilegales fuera de Austria. Más deportaciones y campos de acogida de inmigrantes en África o en islas deshabitadas: estas fueron las propuestas parcialmente abstrusas con las cuales Kurz pudo convencer al electorado.
El número de solicitantes de asilo en Austria está disminuyendo. Además, la mayoría de los migrantes provienen de otros Estados de la Unión Europea (UE). No obstante, existe el temor por una aparente extranjerización, es decir, un miedo a la infiltración extranjera que amenace la identidad cultural o nacional. Miedo que el ÖVP y el FPÖ lograron capitalizar para ganar las elecciones.
Al "partido patriótico" de Strache fue a quien mejor le fue en las áreas de Austria donde hay menor número de extranjeros o migrantes. Este fenómeno, ya conocido, se pudo ver en el este de Alemania, donde el partido populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD) fue particularmente exitoso.
Los populistas de derecha en Europa celebran
Incluso los socialdemócratas austríacos del SPÖ, a mitad de camino, intentaron asumir la misma estrategia de campaña, aunque, aparentemente, demasiado tarde para ganar votos adicionales. Kurz y Strache quieren una democracia más directa en forma de referendos populares, lo que podría llevar a votar sobre el euro y la pertenencia de Austria a la UE. El partido de Strache ha abogado por dejar el bloque en el pasado. La participación de los populistas de derecha en el Gobierno austriaco reforzaría innecesariamente partidos similares en Europa, desde Finlandia a Hungría, Italia a Grecia. Los mejores amigos de Strache son los nacionalistas franceses del Frente Nacional y el Gobierno ruso. Y Kurz, probablemente el próximo canciller de Austria, no considerará problemático nada de eso. Él cree que sus seguidores tendrán menos problemas con una asociación con el FPÖ que con la continuación de la Gran Coalición, ya no tan grande, con el SPÖ, que muchos austríacos ven como símbolo de la corrupción y el estancamiento.
El canciller Kurz le hará la vida difícil a Europa
El nuevo canciller de la república alpina será probablemente un colega difícil para todos sus socios de la UE, pero especialmente para la canciller alemana Angela Merkel. Kurz se jacta de que su resuelto cierre de la ruta de migración de los Balcanes obligó a Merkel a revertir su política migratoria. En el futuro, podría llevar a Austria por un camino bastante nacionalista, por ejemplo, haciendo que el país se una a Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia en su alianza cultural y política conocida como el Grupo de Visegrado. Estos países se sienten menoscabados por Alemania, y la adhesión de Austria reforzaría la oposición, no oficial, contra Bruselas. Los procesos de la UE contra prácticas democráticamente cuestionables en Hungría o Polonia seguramente serán mucho más difíciles de llevar a cabo ahora, con Kurz como canciller.
Además, la relación de la UE con Rusia también tendría que ser reajustada debido a una posible presión de Austria. Kurz, y aún más su potencial socio de coalición, Strache, abogan por poner fin a las sanciones de la UE contra Rusia. Austria tiene un gran interés en hacer mejores negocios con Rusia, por ejemplo en el sector energético.
Un Gobierno azul turquesa del conservador ÖVP y el populista derechista FPÖ sería un experimento peligroso para Austria y la Unión Europea. Los intentos de minimizar el miedo argumentando que el FPÖ ya ha tenido en el pasado coaliciones con el ÖVP y el SPÖ carecen de sentido. El FPÖ de hoy es fundamentalmente diferente de lo que era en el pasado. Strache representa una estricta política de aislamiento nacionalista. Pero eso es lo que querían los austriacos. Así las cosas, ¿tiene vigencia todavía la frase histórica en latín "Tu Felix Austria" (la feliz Austria) que alguna vez adornó el sello real?
Ojalá Sebastian Kurz tome la decisión correcta y se asocie con los socialdemócratas en la nueva dirección partidista.
Autor: Bernd Riegert (FEW/ CP)