Opinión: una victoria envenenada para Cameron
9 de mayo de 2015Al parecer, todos los sueños de David Cameron se han hecho realidad: ahora podrá formar su gabinete con mayoría absoluta. No obstante, su victoria electoral también podría resultar un regalo envenenado. Al primer ministro le faltará el partido liberal, que servía como amortiguador entre él y el ala derecha de su partido. Los tories están divididos, y los más conservadores se lo pondrán difícil al primer ministro.
David Cameron deberá cumplir sus promesas y, a más tardar en dos años, celebrar un referendo sobre la permanencia de Gran Bretaña en la Unión Europea. Antes quisiera negociar sobre nuevas y más relajadas relaciones con Bruselas. Si bien se le pueden hacer algunas concesiones en esta materia, no se cambiarán los acuerdos europeos a su gusto. Y ninguna concesión le bastará a los enemigos de Europa dentro del partido conservador. Estos seguirán presionando al primer ministro, empujándolo a abandonar la Unión Europea.
Nacionalismo: una nueva droga política
Tras su victoria, Cameron prometió querer unificar el país, que está más dividido que nunca. Pero como "el león escocés ha vuelto a rugir" y los nacionalistas se hicieron con casi todos los escaños en Escocia, estos le harán la vida imposible al primer ministro en Londres. ¿Qué les puede ofrecer para evitar que convoquen un nuevo referendo independentista? ¿Un federalismo a la alemana? ¿Y cuánto dinero exigirá el gobierno en Edimburgo a cambio de quedarse callado?
Ya de por sí, parece casi imposible superar las profundas diferencias entre Inglaterra y Escocia, puesto que los escoceses han descubierto la nueva droga del nacionalismo y no la dejarán tan pronto.
En estas elecciones, los tories convencieron sobre todo con sus éxitos en materia de política económica. ¿Pero cómo de sostenible es este crecimiento? Desde hace tiempo, los críticos sospechan que detrás del auge se esconde otra burbuja en los mercados inmobiliario, de banca de inversión y de consumo privado.
Mutación hacia sistema de partido único
Más allá de la victoria de David Cameron, el paisaje político de Gran Bretaña está en ruinas. El Partido Laborista ha sido derrotado existencialmente, su jefe Miliband fue el candidato equivocado con el rumbo equivocado. La mayoría de los británicos ya no cree en los laboristas como alternativa política. El partido deberá renovarse a nivel personal y de contenido. Ante la falta de alternativas políticas, el país pareciera mutar hacia un sistema de partido único.
De cara a las tareas que aguardan a David Cameron, se podría aplicar un viejo dicho británico: "Ten cuidado con lo que deseas". Quizá el día después de su victoria electoral acabará siendo el mejor día de su segundo mandato.