Oportunidad de oro para reintentar la paz en Cercano Oriente
15 de agosto de 2005
La "mudanza" de los 8.000 colonos judíos de la Franja de Gaza es ya imparable. Pero más que al mismo primer ministro Ariel Sharon, a quien se le agradece este "giro adelante" es a la mayoría del pueblo israelí que respalda la medida y a la cordura de la autoridad palestina.
Si le creemos a observadores, Sharon tendría otras razones menos edificantes para abandonar Gaza: hacerse a otros territorios en Cisjordania y no tener que asumir alguna responsabilidad por el millón y medio de palestinos que, entretanto pueblan Gaza. No hay que olvidar que por estos días sólo se devuelve uno de los 120 territorios ocupados ilegalmente por Israel.
No todos los palestinos son terroristas
La paciente actitud del presidente de la autoridad palestina, Mahmoud Abbas, merece mención. Él sabe que con cada metro que Israel le devuelva a los árabes, se acerca el día de la independencia, por tardía y tortuosa que sea. Es evidente que Abbas ha logrado demostrarle al mundo que no todos los palestinos son terroristas y Palestina tiene el temple para convertirse, algún día, en una república democrática.
Pero con el desalojo de un asentamiento israelí el conflicto no quedará solucionado. Los hechos consiguientes son decisivos. Y no todas las cosas en la política interna de Israel pintan bien. Algunos temen que Benjamin Netanjahu, el mayor rival de Sharon, dicte un curso a la derecha, a la extrema derecha. Las próximas elecciones israelíes son, por ello, de vital importancia para el futuro de ambos pueblos en conflicto.
Los puntos débiles
Y, justamente, la fláccida base política en que se apoya la devolución de la Franja de Gaza, puede convertirse en el mayor obstáculo para Abbas que está enfrentado el monumental reto de "domesticar" a los fundamentalistas de Hamas y Dschihad, de garantizar el orden público y social en los territorios en donde reina la anarquía, además del desafío de implementar un plan de reconstrucción económica exitoso.
"Alemania seguirá apoyando la paz"
A la debilidad de la política de paz de Israel, se suma lo explosivos que siguen siendo los territorios ocupados en Cisjordania. Así que el único medio para lograr la urgente distensión no es otro que la reanudación de conversaciones de paz. No hay razones de peso para que la "Hoja de Ruta" no sea retomada.
El espíritu de esta iniciativa está cuñado en una iniciativa europea en la cual Alemania seguiría jugando un papel importante. Del cuarteto de mediadores y observadores hacen parte la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia y el Secretario de Naciones Unidas.
Valor y esperanzas de ambas partes
A pesar de todas las probables vicisitudes por venir, hay señales de esperanza. No sólo el Gobierno alemán se sintió "muy complacido" con las palabras de Shimon Perez, el vicepremier israelí, al diario alemán Süddeutsche Zeitung: "Nosotros entendimos que no podemos ocupar eternamente territorios palestinos. Israel no es un Estado teocrático. Nos definimos a través de nuestro pueblo. Los palestinos tienen derecho a un Estado propio y no tenemos ningún interés en continuar rigiendo sobre otro pueblo y contra de su voluntad".
A esta valerosa confesión desde el centro del poder en Israel, se le suma la esperanzadora respuesta del vocero político de Hamas al colega de la redacción árabe de DW-WORLD. "¿Está seguro de que militantes de sus filas no van a torpedear el desalojo de Gaza?", pregunta Loay Mudhoon, desde Bonn. A lo que responde Sami Abu Sahri: "Sí. Nosotros lo garantizamos".