Optimismo contra la crisis
20 de abril de 2009En la noche del domingo 19 de abril de 2009, el Presidente Federal de Alemania, Horst Köhler, inauguró oficialmente la Hannover Messe, considerada la feria industrial más grande del mundo y, en consecuencia, uno de los emblemas de la provincia de Baja Sajonia.
Del 20 al 24 de abril, la exhibición brindará la oportunidad a 6.150 expositores de 61 países para que publiciten los materiales, las tecnologías e ideas con que procuran optimizar los más disímiles procesos de producción.
En esta ocasión, el punto focal de la Hannover Messe es la protección ambiental y el uso eficiente de la energía. El país asociado de la feria es Corea del Sur, que, con 210 pabellones, es el participante con mayor representación después de Italia y China.
Mercosur en la mira
Latinoamérica no pasará inadvertida en este encuentro de industriales: el martes 21 de abril, en el marco de la gran exposición de Hannover, tendrá lugar el 6º Día de la Economía Exterior de Baja Sajonia y su tópico no es otro que el Mercado Común del Sur (Mercosur).
El foro busca arrojar luz sobre las actuales condiciones económicas y políticas de los países fundadores de esta alianza –Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay– con miras a desvelar posibilidades de negociación interregional diferentes de las que ya existen.
El temario incluye análisis sobre las oportunidades de las empresas de Baja Sajonia y de Alemania en los países del Mercosur en áreas que van desde el desarrollo de energía eólica y combustibles orgánicos en la región hasta la inversión en infraestructura logística y el sector petrolero brasileño.
Posibilidades de intercambio
Las expectativas en torno a la Hannover Messe son grandes este año. Son muchos los interesados en ver hasta qué punto las empresas que se promueven en esta feria industrial son capaces de despertar el interés de potenciales socios comerciales dentro y fuera de Alemania con novedosas técnicas para la automatización de procesos productivos, el desarrollo de fuerza motriz y la generación de energía.
De eso depende el sector industrial, en general, para salir de la crisis que con más fuerza lo ha golpeado en las últimas décadas. “Innovación es lo mejor que uno puede ofrecer en este momento para atraer la atención de colaboradores y clientes, y para consolidar nuevas posibilidades de venta en el mundo”, dice Jürgen Brandes, jefe de la rama de Siemens dedicada a la técnica para el desarrollo de fuerza motriz, en entrevista con la Deutsche Welle.
Una feria bien surtida
“Yo creo que la Hannover Messe ha dejado claro este año que la industria no esconde la cabeza en la arena, sino que le hace frente a la crisis con muchas ideas, programas, buenos temas y un talante emprendedor auténtico”, sostiene por su parte Wolfram von Fritsch, director de la exposición industrial.
Los números parecen respaldar su afirmación: mientras los organizadores de la CeBIT 2009 –la feria de computadores, tecnologías de la información, telecomunicaciones, software y servicios más importante del mundo–, que se celebró hace apenas seis semanas en la misma locación que la exhibición industrial, se quejaban de una caída drástica en el número de expositores, la cantidad de participantes de la Hannover Messe no parece haber variado mucho en comparación con la de la edición de 2008.
A la búsqueda de fructíferos contactos
El hecho de que muchas empresas hayan venido a promocionar sus productos y servicios a pesar de verse vapuleados por la crisis financiera global es motivo de esperanza. Por otro lado, quizás han venido precisamente para darse esperanzas los unos a los otros.
El sector de la ingeniería mecánica –percibida como el orgullo de la industria alemana– es uno de los que más consuelo necesita: en febrero de este año, tras un lustro en ascenso permanente, vio sus proyectos y comisiones reducirse a la mitad de los que tenía en febrero de 2008.
“Nosotros también nos hemos visto afectados por la crisis económica”, comenta Roland Bent, jefe de desarrollos de la empresa mediana Phoenix Contact, cuyos 10.000 empleados a escala internacional se hayan laborando a media marcha para que la compañía no se vea obligada a prescindir de buena parte de sus trabajadores.
“Tenemos fe en que esta feria genere un impulso positivo dentro del sector industrial. Claro, yo no tengo una bola de cristal ni puedo predecir cuándo terminará la crisis. Pero nos hemos prometido sacarle provecho a la Hannover Messe estableciendo fructíferos contactos con nuestros clientes – en este momento, ellos tienen el tiempo para reflexionar, buscar soluciones a sus problemas y diseñar sus procesos para que sean más efectivos”, señala Bent.
Contactos, sí – negocios, no.
Desde ese punto de vista, lo que la recesión tendría de bueno es que le brinda a todos la ocasión de desacelerar el paso y repensar sus productos y servicios con miras a hacerlos más competitivos. De ser así, es justo ahora cuando ferias como la Hannover Messe jugarían un papel clave para la economía: allí se dan cita los industriales para conversar sobre procesos eficientes para la fabricación de bienes, sobre novedosos materiales y desarrollos técnicos – en general, sobre lo que los unos podrían hacer por los otros. Eso sí, sin esperar que los contactos y las tertulias se traduzcan de inmediato en tratos y negocios.
Para las empresas alemanas de ingeniería mecánica la feria no cambiará mucho y la incertidumbre seguirá acompañándolas durante un buen tiempo. Y es que nadie se atreve ya a pronosticar cuándo terminará la crisis. La Hannover Messe no tiene una respuesta para ello, ella sólo abre espacio para el optimismo y espíritu emprendedor de los industriales.
Autor: Henrik Böhme /erc/el
Con información de Evan Romero-Castillo