Orquesta judía para bicentenario Wagner
31 de mayo de 2012
Los melómanos wagnerianos esperan con impaciencia la llegada de 2013, año en que se celebra el bicentenario del nacimiento de su compositor favorito. No solo el Festival de Bayreuth festejará en Alemania la efemérides. Muchas otras instituciones preparan sus municiones para celebrar a lo grande el aniversario de un músico que tiene, por otra parte, tristes connotaciones para la comunidad judía.
Uno de los anuncios más sorprendentes en este sentido ha sido la decisión de la Nueva Filarmónica de Cámara Judía de Dresde, orquesta especializada en investigar y divulgar el repertorio de compositores judíos, de inaugurar 2013 tocando en el nuevo Museo Richard Wagner de la ciudad de Graupa, cerca de Dresde. Será un acontecimiento polémico, de eso no hay duda.
Polémica efemérides
La relación de Wagner con los judíos fue, cuando menos, contradictoria. Otra cosa es el evidente uso propagandístico que los nazis realizaron de su figura y de su música. El hecho de que el Festival de Bayreuth se convirtiera en bastión nazi durante el tiempo en que Hitler ocupó el poder en Alemania, no ayudó precisamente a la memoria del compositor.
En cualquier caso, el propio Wagner se labró en vida su fama de antisemita. En primer lugar, por escribir Das Judentum in der Musik, (De lo judío en la música), publicado primero de forma anónima y después con su nombre verdadero. El panfleto incide gratuitamente y con argumentos de dudosa solidez, como muchos otros escritos en la época, en la supuesta mezquindad, falsedad y superficialidad del pueblo judío.
En segundo lugar, por el antisemitismo de muchas de sus afirmaciones, en consonancia con las de su esposa Cossima. Algunos personajes de sus óperas también tienen connotaciones antisemitas. Sin embargo, es cierto que el compositor apreciaba, admiraba e incluso contaba entre sus amistades a numerosos judíos. Toda una contradicción, que no ha servido para redimir a Wagner ante la historia.
Una orquesta para la causa judía
La historia de la Nueva Filarmónica de Cámara Judía es breve. Se creó en 2007 para celebrar el sexto aniversario de la consagración de la nueva sinagoga de la ciudad sajona. En sus atriles hay músicos judíos y no judíos, incluyendo profesionales de orquestas de prestigio, como la Filarmónica de Dresde, así como estudiantes y graduados del Conservatorio Carl Maria von Weber de la misma ciudad. Entre los objetivos de la formación está el de investigar y divulgar la música de compositores judíos, especialmente los que fueron perseguidos, torturados y asesinados por el nazismo.
En sus pocos años de vida, la Nueva Filarmónica de Cámara Judía ha actuado en acontecimientos conmemorativos de gran significado tanto para Alemania, como para la convulsa historia de este pueblo. Así, en mayo de 2008 tocaron en la Nueva Sinagoga de Dresde, sede de la formación, para conmemorar el sexagésimo aniversario de la creación del Estado de Israel. En noviembre del mismo año, lo hicieron para recordar los 70 años de la noche de los cristales rotos, y en mayo de 2009 tocaron en la ceremonia del sexagésimo aniversario de la Constitución Alemana.
Su director artístico, el estadounidense asentado en Dresde Michael Hurshell, ha incluido en el repertorio de la orquesta partituras encontradas en los archivos de Hollywood, compuestas por autores judíos huidos a EE. UU. Cuando Hurshell llegó a Alemania, se dio cuenta de que eran poco conocidos en su país de origen y se propuso reivindicar sus nombres hasta conseguir convertirlos en parte de los programas habituales de concierto. Hurshell se refiere a compositores como Waxman, Zeisl, o el más popular Korngold.
Un concierto que traerá polémica
La decisión de la Nueva Filarmónica de Cámara Judía de inaugurar el año Wagner tocando en la Casa Museo del compositor en Graupa, cerca de Dresde, es controvertida. Cuando en 2011 la Orquesta de Cámara de Israel tocó su música en el Festival de Bayreuth, ya corrieron ríos de tinta en medios alemanes e israelíes.
La obra de Wagner sigue siendo tabú en las salas de concierto de Israel, a pesar de los esfuerzos de directores como Daniel Barenboim y Zubin Mehta. Sin embargo, hay voces en el país que comienzan a reivindicar la obra del compositor alemán, al que consideran ajeno a la barbarie nazi.
Sea como sea, el año Wagner traerá, además de publicaciones, conciertos y celebraciones diversas, polémica.
Autora: María Santacecilia
Editora: Emilia Rojas