Sur de Siria: fracasan negociaciones entre rebeldes y Rusia

Las negociaciones entre Rusia y representantes de las facciones opositoras sirias en la provincia meridional de Deraa sobre el control de los últimos territorios en manos rebeldes en esta zona han fracasado, según el Observatorio Sirio de derechos Humanos.

El Observatorio detalló que las dos partes no pudieron llegar a un acuerdo por el rechazo de los rebeldes a entregar sus armas pesadas a las fuerzas de Damasco y su aliado, Rusia. Asimismo, agregó que la aviación rusa ha reanudado los bombardeos sobre Deraa, después de cuatro días de pausa, y ha tenido como objetivo las poblaciones de Saida, en el sur de la provincia, y Tafas, en el oeste. Al mismo tiempo, las fuerzas gubernamentales han atacado con helicópteros y artillería Saida y la cercana población de Al Taiba.

Negociaciones "atascadas"

Por su parte, el dirigente opositor sirio Jaled al Hebus, aseguró hoy (04.07.2018) a Efe que las negociaciones continúan, aunque reconoció que se encontraban "atascadas". "Las negociaciones no han fracasado, están atascadas. Cada artículo necesita mucho tiempo y mucha precisión, hay que encontrar la redacción adecuada para cada solución", dijo Al Hebus, coronel del Ejército Libre Sirio para la región de Damasco.

Desde el pasado 19 de junio, las fuerzas gubernamentales sirias desarrollan una ofensiva para restablecer su autoridad en todo el territorio de Deraa, al mismo tiempo que Rusia -aliada de Damasco- ha tratado de mediar entre las partes para alcanzar un acuerdo, que supondría una rendición de las facciones armadas. La violencia ha provocado la muerte de al menos 143 civiles y unos 300.000 han tenido que abandonar sus hogares en Deraa, según el Observatorio.

Catástrofe humanitaria

Numerosas organizaciones alertan de una nueva catástrofe humanitaria. La violencia en Deraa  ya ha desplazado a entre 270.000 y 330.000 civiles, según estimaciones de la ONU. Decenas de miles están varados, sufriendo temperaturas por encima de los 40 grados, en la frontera con Jordania, que está cerrada a los refugiados, pese a los llamamientos de varias organizaciones de la ONU el martes a Ammán para que la abra y permita cruzar a estas personas.

El ministro jordano Al Safadi pidió hoy un alto el fuego en la zona para evitar una catástrofe. "Seguimos con gran preocupación lo que no está ocurriendo sobre el terreno en el sur de Siria", dijo en la rueda de prensa con Lavrov. "Nuestro objetivo es alcanzar un acuerdo político a esta crisis, comenzando por un alto el fuego y trabajar para al mismo tiempo evitar una catástrofe humanitaria", señaló.

Frontera norte cerrada desde 2016

Al Safadi advirtió que Jordania responderá a cualquier amenaza para su seguridad y la de sus ciudadanos, añadiendo que decenas de proyectiles han caído en territorio jordano sin dejar heridos. Su Ejército identificará la fuente y ejercerá su derecho a responder a cualquier amenaza, añadió.

Jordania, que ya alberga a unos 1,3 millones de refugiados y dice estar al límite de su capacidad, cerró su frontera norte en 2016 y prometió mantenerla cerrada desde que comenzó la última ofensiva, pese a los llamamientos de organizaciones de la ONU a abrirla.

FEW (EFE, dpa)

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