OTAN prepara nueva ofensiva en Afganistán
29 de abril de 2010En febrero de 2010, las tropas estadounidenses arrebataron a los talibanes el control del distrito de Marja, en la provincia afgana de Helmand. La operación en Marja fue el ensayo general para otra tarea aún más difícil: desalojar a los talibanes de la ciudad de Kandahar y la provincia del mismo nombre, al sur de Afganistán.
De acuerdo con el asesor del presidente estadounidense y ex comandante en jefe de la OTAN James Jones, la próxima misión en Afganistán será un hito estratégico en la historia de los despliegues militares en la zona. En muchos aspectos, será similar a la última misión en la ciudad de Helmand, dijo Stanley McChrystal, comandante en jefe de la ISAF, y el acento estará puesto en un mejor gobierno y en más seguridad para la población para que pueda moverse libremente.
Una ola de seguridad creciente
"El presidente Obama enviará 30.000 soldados adicionales a Afganistán como refuerzo para la ofensiva planeada en Kandahar. "Allí hay una gran actividad de grupos talibanes, debemos ocuparnos de eso, y también están en otros distritos en los alrededores de la ciudad", dijo McChrystal, quien no espera una gran "batalla de Kandahar", sino que parte de que habrá diferentes lugares en las cercanías en los que los talibanes pelearán por mantener su influencia.
En la ciudad misma, la OTAN tampoco prevé una lucha casa por casa, como la llevaron a cabo los estadounidenses en las ciudades iraquíes de Fallujah o Bagdad. Pero McChrystal sí espera que las fuerzas se ocupen de los talibanes barrio por barrio "hasta que la seguridad aumente y se haga sentir cada vez más, como una ola que crece lentamente", dice el comandante en jefe de la ISAF.
Lo decisivo es que las tropas encargadas de dispersar a los talibanes no desaparezcan de los distritos y regiones en los que operan. Como en la ofensiva en la ciudad de Helmand, allí a donde llegan, se quedan. Y allí donde están, se sigue construyendo, ya que la OTAN tiene en claro que Kandahar, así como todo Afganistán, no se conquista sólo por medios militares.
Karzai: abogado de intereses afganos
Kandahar es la patria de los pastún, un gran grupo étnico cuyas tribus son profundamente religiosas y conservadoras. Por su visión del mundo, están mucho más cerca de los talibanes que del mundo occidental, y entre ellos se recluta a la mayoría de los guerreros talibanes.
Los pastún son los que menos se beneficiaron con la ayuda internacional, y los que más víctimas tuvieron a raíz de las misiones de las tropas internacionales. El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, es pastún, originario de Kandahar. Su medio hermano es gobernador de esa provincia, y bajo su Gobierno florece la corrupción. Tal es así que Kandahar se ha convertido en el centro del tráfico de opio.
Del Gobierno central de Karzai no se escucha demasiado. Hace unos días se dirigió a los afganos con ataques verbales contra Occidente, en un intento de ganarse la simpatía del pueblo. En un encuentro de cerca de 1000 ancianos de la estirpe pastún, trató de presentarse como el abogado de los intereses afganos y no como marioneta de los países occidentales. Promete que, si la población no lo desea, no se realizará ningún operativo aliado en Kandahar. A los aliados los llama "extranjeros".
Señales positivas y trabajo conjunto
El comandante en jefe de la ISAF, Stanley McChristal, mantiene la calma. Llegó a la reunión de los ancianos para preparar políticamente la ofensiva en Kandahar. Que Karzai se haya dirigido a los ancianos en su presencia de tal modo no le parece tan importante como la señal de amistad que simboliza la presentación conjunta del presidente afgano y del general de la OTAN. "Más desagradable hubiese sido que Karzai no me hubiera invitado a las reuniones, no me hubiera escuchado y no me dejara participar", explica McChrystal.
Mushtarak (en español: "conjuntamente") se llamó la ofensiva de la ISAF en Helmand. Los estadounidenses quieren llevar a cabo su misión conjuntamente con los afganos. Junto a los soldados de la armada afgana quieren combatir a los talibanes, y quieren trabajar políticamente en conjunto con el presidente Karzai. El comandante McChrystal aún no quiso dar informaciones acerca de la fecha de inicio de la ofensiva en Kandahar. No habrá un "Día D" en el que todo comience.
De hecho, la reunión con los ancianos pastún ya es parte de la ofensiva. En lo que respecta a las operaciones militares, según observadores, se espera que comiencen en junio, o, por lo menos, a tiempo para que puedan concluir a comienzos del mes de agosto, época del ayuno de Ramadán.
Autor: Ulrike Bosse/ Cristina Papaleo
Editor: Emilia Rojas-Sasse