Otro fallo de "sí, pero"
12 de septiembre de 2012Una vez más el Tribunal de Karlsruhe vuelve a fallar con un sí condicionado. Sí, el Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEDE) es acorde a la constitución, pero debe ajustarse. Los jueces del tribunal de Karlsruhe advierten que si el rescate rebasara los 190.000 millones de euros, tendrían que ser consultadas ambas cámaras del Parlamento. Es decir, exigen mayores derechos para el Bundestag (la cámara baja) y el Bundesrat (cámara alta, de representación de los Länder o Estados alemanes).
Se trata de un fallo que se alínea con una serie de decisiones adoptadas por la máxima instancia jurídica de cara a la política de rescate europea. Así decidieron los jueces hace un año: sí, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) es compatible con la Constitución, siempre y cuando los derechos del Parlamento no se vean debilitados.
En Alemania, el Tribunal Constitucional goza de una buena reputación. Los ciudadanos tienen confianza en los jueces de la máxima instancia jurídica. Confían más en ellos que en los políticos de Berlín y, en la comparación, mejor ni mencionar a los de Bruselas. Finalmente la responsabilidad de los jueces es verificar que las leyes estén en concordancia con la Constitución alemana.
Correctivos de Berlín
Los fallos de Karlsruhe se han convertido en correctivos de la política de Berlín. No pocas veces los diputados prefieren dejar la decisión al tribunal, cuando ellos mismos se encuentran presionados de tiempo o cuando no saben mucho sobre la materia y tienen que decidir sobre leyes controvertidas.
Pero la situación se ha vuelto más complicada. Ya no se trata de comprobar si una ley contradice o no la constitución. Nadie puede predecir como reaccionarán los influyentes mercados a las decisiones políticas, económicas o legislativas. Tal vez nadie hubiera pestañeado si el Tribunal Constitucional hubiera declarado inconstitucional el Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEDE). Si a fin de cuentas el hecho de que Banco Central Europeo pueda financiar la deuda de países en crisis, comprando de manera ilimitada sus bonos de deuda, hace que el MEDE tenga un rol más bien superficial.
Claros parametros para el rescate europeo
En sus fallos anteriores relacionados con los programas de rescate de la eurozona los jueces de Karlsruhe pusieron condiciones como, por ejemplo, una mayor participación parlamentaria. Ahora los políticos observan estas condiciones. Con cada nuevo caso la corte añade nuevas mejoras, por eso sus fallos se están convirtiendo en un regular sí condicionado. Y por ello las decisiones de Karlsruhe están perdiendo importancia. Y esto ha despertado sospechas de que algunos están abusando de la corte.
Algunas demandas no someten a la verificación de los jueces la constitucionalidad de tal o cual medida. Particularmente los llamados "euroescépticos" se han propuesto bloquear la mayor cantidad de medidas de rescate del euro. Con ello instrumentalizan a la máxima instancia jurídica y la dañan. El último en hacerlo fue el político bávaro Peter Gauweiler con su petición de posponer la decisión del Tribunal sobre el Mecanismo de Rescate Europeo y el Pacto Fiscal, debido al anuncio del Banco Central Europeo, de que compraría bonos de deuda de países en dificultades.
Lucha en dos frentes
Karlsruhe está luchando en otro frente por mantener su relevancia. Notable es que el presidente de la corte, Andreas Vosskuhle, mencionara, en el momento de dar el veredicto, que la corte no ha examinado las leyes europeas.
¿No hubiera sido una oportunidad para plantear la cuestión ante la Corte Europea de Justicia en Luxemburgo? Hubiera sido una buena oportunidad para que las controvertidas medidas de rescate de la zona euro fueran examinadas por una corte europea, no por una nacional. Una decisión tal hubiera tenido un carácter paneuropeo, vinculante para todos los ciudadanos europeos, algo que falta en el continente todavía.
Si los jueces hubieran remitido el caso a Luxemburgo hubieran admitido que no son la última autoridad jurídica a nivel europeo y con ello hubieran evitado otro fallo, que una y otra vez, va disminuyendo su impacto.
Autora: Daphne Grathwohl/ EU
Edición: Rosa Muñoz Lima