Palpitante clásico alemán de la Bundesliga

El campeón alemán, el Bayern de Múnich, y el actual líder de la Bundesliga, el Werder Bremen, se enfrentan este 7 de mayo en el Estadio Olímpico de la capital bávara en un partido tan decisivo para la lucha por el título que incluso puede decirse que tiene las características propias de una final. El Bremen puede sentenciar la Bundesliga con una victoria en Múnich, que lo dejaría con nueve puntos de ventaja a dos jornadas de que concluya el torneo, y también un empate lo dejaría ya con una mano puesta en la ensaladera debido a la mejor diferencia de goles. El Bayern, en cambio, tendrá que jugarse el sábado sus últimas posibilidades y ya ha empezado a ejercer presión dialéctica sobre el contrario a través de declaraciones provocadoras a través de los medios de comunicación. El centrocampista Michael Ballack ha prácticamente amenazado con el que Bayern utilizará "todos los recursos", y ha incluido expresamente el juego fuerte, para ganar el partido y ha manifestado en repetidas ocasiones su convencimiento de que el Bremen lo traicionarán los nervios en las últimas jornadas. De parte del Bremen, la mayoría de los directivos y del cuerpo técnico han reaccionado con serenidad ante las bravatas del Bayern y sólo un miembro del Consejo de Vigilancia, Willy Lemke, ha entrado en la batalla dialéctica al calificar a los bávaros de "bocazas con narices de payaso". En lo deportivo, la obligación de ganar puede convertirse en un boomerang en contra del Bayern puesto que el Bremen es un equipo no sólo con gran solidez defensiva sino experto en el contragolpe.