Papa Francisco canoniza a niños pastores de Fátima
13 de mayo de 2017El papa Francisco sostuvo este sábado (13.05.2017) una ceremonia de canonización en el pueblo portugués de Fátima. Allí proclamó santos a los dos hermanos pastorcillos, Jacinta y Francisco, que junto con su prima Lucia presenciaron las apariciones de la Virgen hace 100 años.
El obispo de Leiria-Fátima, António Marto, pidió al papa que inscribiese a Francisco y Jacinta en el libro de los santos al principio de la ceremonia, seguid por una breve presentación de la biografía de los niños. Posteriormente el papa leyó la tradicional formula, pronunciada en latín, y pidió venerar a los niños.
El primer ministro de Portugal, António Costa, mantuvo un encuentro con el papa Francisco, que catalogó de "muy emocionante, tras el cual destacó la personalidad "tan inspiradora" del pontífice.
Costa explicó que transmitió a Francisco "respeto y gratitud por realizar esta visita en un momento de felicidad" para Portugal. En el encuentro, el jefe de Gobierno luso y el papa hablaron sobre la situación de los refugiados, un tema "de gran interés" para el pontífice.
Por su parte, el papa aseguró al jefe del Gobierno luso estar "muy satisfecho" con su visita a Fátima, un viaje de apenas 24 horas realizado exclusivamente para conmemorar el centenario de las apariciones de la Virgen.
La aparición de la virgen de Fátima
Según la historia, la Virgen de Fátima se apareció por primera vez el 13 de mayo de 1917 cuando Francisco y Jacinta Marto, junto a su prima Lucía de Jesús dos Santos, pastoreaban sus ovejas. A este evento le siguió unas cinco apariciones, y el relato indica que en ellas La Virgen mostró a los niños visiones que contenían los denominados Misterios de Fátima, como el fin de la Primera Guerra Mundial, el inicio de la Segunda Guerra y la reconversión de la Rusia comunista al cristianismo.
En una de las apariciones, la Virgen de Fátima dijo a los niños que se llevaría "pronto" a Francisco y Jacinta, mientras que su prima permanecería en el mundo "algún tiempo más". En efecto, los hermanos murieron tres años después a causa de la gripe española, con 10 y 9 años respectivamente. La tercera niña se hizo monja y murió en 2005 con 97 años. El reconocimiento como santa para Lucía de Jesús dos Santos aún se tramita.
La canonización
El proceso de canonización sigue normas estrictas y no puede comenzar hasta cinco años después de la muerte del candidato. El proceso incluye estudiar los escritos de la persona, así como su trayectoria vital.
Para producirse la beatificación, el paso que precede a la canonización, debe probarse la existencia de un milagro atribuido al difunto. El milagro no es una obra realizada en vida, sino después de la muerte. Este suele tratarse de una curación médica con carácter duradero no explicable científicamente y atribuida a la intercesión del futuro beato.
Los dos hermanos portugueses fueron beatificados el 13 de mayo del 2000 después de que se reconociese la curación de la portuguesa María Emilia Santos, una mujer parapléjica que volvió a andar.
Los beatos pueden ser venerados públicamente en lugares concretos, como su diócesis u orden religiosa de origen. Para la canonización, que normalmente suele tener lugar décadas después de la beatificación y que permite la veneración de la persona en toda la Iglesia católica, es necesaria la demostración de un segundo milagro. A Francisco y Jacinta Marto se les atribuye también la curación de un niño brasileño.
JCG (EFE, dpa)