Países emergentes: un prometedor mercado
13 de mayo de 2014HSBC Trinkaus, con sus 229 años de historia, es el banco privado más antiguo de Alemania y está orgulloso de haber acompañado desde el principio a sus clientes en sus aventuras internacionales. Junto al instituto de investigación británico Oxford Economics analiza periódicamente el comercio en 180 países, entrevistando a 5.500 exportadores, importadores y distribuidores de 23 países. La conclusión del informe “HSBC Conexiones Globales” es que a pesar de las actuales turbulencias en los países emergentes, estos siguen siendo el mercado más prometedor para la economía alemana.
"Vemos en muchos países en desarrollo -que suman hasta cuatro mil millones de personas- una recuperación económica a largo plazo, un poco como pasó después de la Segunda Guerra Mundial con nosotros", dice Martin Vetter-Diez, responsable de clientes internacionales en la sede central de HSBC Trinkaus de Düsseldorf. Esta recuperación podría ser intermitente, prolongarse durante décadas, ser interrumpida por crisis externas... pero a largo plazo la tendencia va a seguir siendo ascendente, afirma Vetter-Diez.
Una clase media en crecimiento
"La causa es la mejora en el acceso no solo a la educación, sino también a los medios de comunicación: solo ver la prosperidad de que disfrutamos en los países occidentales, anima a trabajar duro, como hicieron nuestros padres, para conseguir ese nivel de bienestar”, dice Vetter-Diez en declaraciones a DW.
Las clases medias de los mercados emergentes está creciendo, y con ella la demanda de bienes de consumo y de capital. Esto beneficia a los exportadores alemanes, según el estudio sobre dichas “conexiones globales”. La industria alemana está tradicionalmente bien posicionada en los sectores tecnológicos. El comercio mundial de productos de alta tecnología, a su vez, crecerá globalmente un 9% anual hasta 2030. Esta es una gran oportunidad de negocio para los exportadores alemanes, según el estudio.
Europa sigue siendo importante
Sin embargo una tercera parte de los trescientos encuestados alemanes considera que Europa seguirá siendo el mercado más importante durante los próximos seis meses. El 60% de las exportaciones alemanas siguen yendo a Europa. ¿Por qué las pymes alemanas habrían de arriesgarse a entrar en los mercados emergentes, si pueden vender sus productos mucho más cerca? Vetter-Diez responde: "En primer lugar, los mercados europeos están en general relativamente saturados; y, en segundo lugar, Europa sigue sumida en la crisis. Sin duda tiene mucho sentido que las empresas que quieran crecer miren hacia regiones que muestran un crecimiento muy dinámico".
El 40% de las empresas alemanas encuestadas ven en los mercados emergentes las mayores oportunidades de crecimiento para su negocio. Sin embargo, hay algunos obstáculos: el mismo porcentaje de encuestados considera que la volatilidad de las monedas extranjeras dificulta particularmente el comercio internacional. A lo que se une, además, la barrera de los requisitos legales para los intercambios con países de fuera de la Unión Europea.
La alta tecnología, motor de crecimiento
A largo plazo, la economía alemana está bien posicionada para el comercio internacional, según este estudio: "El alto gasto en investigación y desarrollo -casi el tres por ciento del producto interno bruto-, una relativamente alta productividad del trabajo y una cultura empresarial innovadora proporciona un marco adecuado para las empresas en Alemania".
Los países emergentes de Asia han evolucionado en los últimos años hasta convertirse en actores clave del mercado mundial de productos de tecnología punta. China, con una cuota de mercado más del 36% se ha convertido en el mayor exportador mundial de productos de alta tecnología, superando a Estados Unidos, Japón y Alemania –indiscutibles líderes hasta hace 13 años-. Esto no significa necesariamente que estén en China los principales inventores. "Hacemos uso de algunos mercados emergentes como un mercado de trabajo ampliado", dice Martin Vetter-Diez. "En casos como el de Foxconn, que construye smartphones para Apple, hablamos solo de contratos de fabricación para aprovechar los beneficios de una manufactura más barata. Si bien supone una transferencia parcial de know-how, eso no significa que estos países estén en condiciones de desarrollar estos productos con sus propios recursos”.
No obstante, esta global distribución de tareas podría cambiar, según la opinión de HSBC. El gasto de los países en desarrollo para la investigación y el desarrollo (I+D) está aumentando continuamente y pronto alcanzará el nivel de las naciones industriales occidentales, cuyas inversiones en este campo se han mantenido prácticamente congeladas los últimos veinte años. Alemania, sin embargo, se encuentra a la vanguardia en I+D con un gasto de más del tres por ciento del producto interno bruto, solo por detrás de Corea y Japón. Gracias a esta inversión y a una mano de obra altamente cualificada, Alemania puede mantener su ventaja competitiva en la exportación de productos de alta tecnología.