¿Perderá Hillary Clinton?
2 de noviembre de 2016La polarización social en ambos lados del Atlántico es el común denominador de fenómenos como el brexit o el ascenso del aspirante republicano Donald Trump y su posible y sorpresivo triunfo, según los últimos sondeos de intención de voto. Ambos son vistos como la respuesta de amplios sectores sociales, a menudo habitantes de regiones rurales, que se sienten perdedores de la globalización. Expertos advierten que los reclamos de los de abajo no han sido escuchados.
"La gente ve que no se beneficia de la globalización. No se puede dar marcha atrás a este proceso, pero se puede modelar, regulando los mercados financieros, protegiendo a ciertos grupos sociales", afirma la catedrática Eva Heidbreder. Según la analista, la polarización social dentro de las sociedades occidentales, acompañada de un plano internacional donde distintas potencias regionales se disputan el predominio, son dos fenómenos que van de la mano en un mundo lleno de amenazas.
La carrera presidencial en Estados Unidos, que ha experimentado altibajos hasta la recta final, fue el tema de un foro académico convocado por la Universidad Libre de Berlín. "Cada semana tuvimos alguna sorpresa que influyó sobre la preferencia del voto de un candidato u otro. Hillary Clinton acusó al FBI de haberse inmiscuído en la campaña tras el último caso de revelaciones de correos electrónicos. Esa revelación provocó una ligera caída en las encuestas en estados como New Hampshire, Colorado y Winsconsin. Son los tres que debe ganar Clinton para salir victoriosa en la elección con 270 puntos", advierte por su parte el politólogo Boris Vormann.
Trump aventaja en las encuestas
Un sondeo divulgado el martes (01.11.2016) coloca a Trump por delante de la candidata demócrata con un punto porcentual, lo que refleja una nueva tendencia. El último bajón de Clinton se debió a la revelación de que hizo 'trampa' en uno de los debates frente a su rival demócrata Bernie Sanders. Clinton fue informada de antemano sobre las preguntas que se le harían antes de un debate celebrado en las primarias en marzo pasado, una revelación que provocó revuelo y la renuncia a CNN de Donna Brazile, analista de medios y actual presidenta interina del Comité Nacional Demócrata (DNC).
Cualquiera que sea el desenlace, será tan parejo, que lo que quedará será una sociedad estadounidense dividida. "Hay un racismo estructural. Se ve en el mercado laboral, en las cárceles, en las oportunidades educativas. Si el carismático presidente Obama, que se propuso enfrentar esta cuestión, no lo logró, difícilmente podrán hacerlo Clinton o Trump, que son tan impopulares", afirma Vormann.
El experto reitera que detrás de esta polarización hay una inequidad social y económica que ha aumentado desde la década de los años 70 y que se agudizó enormemente en 2008, con la crisis financiera. "No veo una visión clara en la propuesta de Clinton sobre cómo quiere enfrentar esta división de la sociedad. Con Trump se ve aún menos, porque él habla de reducir los impuestos a los más ricos", sostiene Vormann.
El desenlace electoral para América Latina
"Creo que ganará Clinton, pero en una reñida carrera", dice por su parte la académica neoyorkina Lora Anne Viola. Según la politóloga, América Latina no juega un papel primordial en la política exterior estadounidense. "Los desafíos para la política exterior son Rusia, Siria en el Medio Oriente, la disputa con Pekín sobre las aguas del Mar de China Meridional y eventualmente Corea del Norte, un país con el que el próximo presidente de Estados Unidos tendrá que lidiar en los próximos años.
La analista no considera probable que si Hillary Clinton gana la presidencia revise el Tratado de Libre Comercio con México (TLCAN). "No apoyará el acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP), ni el de Estados Unidos y 11 países de Asia y el Pacífico (TPP) y sin su apoyo estos tratados no pasarán a través del Congreso. Pero no creo que en este momento el Congreso plantearía la revisión del TLCAN.
A diferencia de Trump, que ha asegurado que lo haría. El candidato republicano también propone incrementar las tarifas arancelarias a las importaciones de China y México. "Incluso amenazó con imponer un impuesto de un 35% a las mercancías producidas por empresas estadounidenses en México cuando quieran importarlas a los Estados Unidos", afirma Viola.
La politóloga descarta un cambio sustancial en la política antidrogas. "La llamada guerra contra las drogas en Estados Unidos fue una política prioritaria en el pasado, pero no fue efectiva, por lo que ha desaparecido del radar político. A menos de que vuelva transformada en una política antimigratoria en un afán por fortalecer la frontera con México". La politóloga señala que algunos legisladores reconocen que ambas cuestiones, el tráfico de drogas y la migración ilegal, están vinculadas. "Pero la simple construcción de un muro de protección no ataca los problemas estructurales".
Eva Usi