Periodistas se defienden: "en la biografía de la princesa Máxima no hay mentiras"
20 de mayo de 2009Los detalles íntimos de la vida de la realeza europea no sólo alimentan los sueños de adolescentes románticas, sino también páginas y páginas de las revistas especializadas en seguir de cerca los pasos y tropiezos de reyes, príncipes y princesas. Periodistas y paparazzi están siempre a la pesca de romances, fracasos o novedades.
Esta vez le toca a Máxima Zorreguieta, Princesa de los Países Bajos y tal vez futura reina de Holanda. Nacida en Buenos Aires en 1971, creció en Barrio Norte, un barrio acomodado de la capital argentina. Estudió economía y trabajó varios años en Nueva York en bancos como el HSBC y el Deutsche Bank. En 1999 conoció en Sevilla al príncipe Guillermo Alejandro de Holanda, se enamoraron y el 30 de marzo de 2001 se comprometieron, para casarse el 2 de febrero de 2002 en Amsterdam. Allí pasó a ser la Princesa de los Países Bajos, Princesa de Orange-Nassau y Señora van Amsberg. El matrimonio tiene tres hijas: Catharina-Amalia, Alexia y Ariane.
El pasado argentino de una futura reina
Sobre la vida de Máxima en Argentina se sabe poco y nada, al menos en lo que respecta a su niñez y juventud. Que su padre, Jorge Zorreguieta, fuera miembro civil de la Junta Militar durante la dictadura en Argentina causó polémica. Más aún cuando no asistió a la boda real a pedido del primer ministro holandés Wim Kok.
En una biografía no autorizada publicada en abril de 2009, dos periodistas argentinos, Gonzalo Álvarez Guerrero y Soledad Ferrari, cuentan la historia de la Máxima desconocida. Según los autores, una historia cien por cien real, en todo el sentido de la palabra: una historia de la realeza y una historia verdadera, y presentan, según dicen, detalles privados de la infancia y juventud de la hoy princesa.
Aseguran haber investigado a fondo y haber entrevistado no sólo a amigos argentinos de Máxima, a ex compañeros de trabajo y a antiguos jefes, sino también al portavoz de la Casa Real. Datos jugosos, como que “siempre tuvo que luchar contra la balanza”, y que su origen no sería adinerado como se supone, invitan a la lectura de quienes están ávidos por saber más sobre la “Princesa de la Sonrisa”, como se la llama en los medios holandeses debido a que ganó la simpatía de los neerlandeses gracias a su espontaneidad.
Pero en los medios holandeses el libro no fue tan bien recibido. De una “ola de indignación” habla la agencia dpa mencionando la reacción de la prensa amarilla a la edición de la biografía, y menciona que la Princesa está “en estado de schock por las mentiras del libro”.
Los periodistas argentinos que la escribieron defienden sus investigaciones. Explicaron a dpa que “no se trata de una biografía aventurada o mentirosa. La prensa amarilla holandesa se abalanzó sobre nuestro libro y le endilgó afirmaciones que no contiene:” Explican que existe un blog en Internet que hace un listado de todos los errores. Sin embargo, ellos tendrían pruebas sobre lo que escribieron.
En Holanda el libro se tituló: “Máxima: los años argentinos” y pronto se publicará en Alemania y en España. “La verdadera Máxima fue una alumna promedio, tenía problemas de peso y proviene de una familia de clase media. Es mucho más humana y más verosímil”, enfatiza Soledad Ferrari, la joven periodista argentina a dpa.
Máxima defiende su privacidad
En conversación con Deutsche Welle, Beatriz Díez, de Radio Netherlands Worldwide, la emisora internacional holandesa, cuenta que: “en los medios holandeses se produjo un boicot contra la publicación del libro. Se dice que los datos de la biografía no son correctos o fueron falsificados para hacerlo más atractivo”.
El Portavoz de la Casa Real habría ofrecido su colaboración a los periodistas, pero éstos no la habrían aceptado. Según Beatriz Díez, la biografía no autorizada seguramente no es cien por ciento fiel a la realidad. También contó que la Princesa Máxima es muy cuidadosa de su privacidad y observa siempre las reglas de protocolo. De esto se deduce que el libro debe haber causado escozor, no sólo a ella, sino también a su suegra, la Reina Beatriz.
En Holanda, Máxima es muy querida por haberle dado nuevos bríos a la monarquía con su personalidad abierta y comunicativa, y también porque se dedica de lleno a obras de bienestar social.
En marzo de 2009 hubo rumores de que la reina Beatriz podría abdicar, y Máxima entonces pasaría a ser la primera reina argentina. La polémica despertada por la biografía “Máxima: una historia real” llega en un momento en el que la Casa Real de Holanda esté tal vez intentando acallar cualquier tipo de rumor non sancto sobre la vida de su Princesa.
Aunque también podría pensarse que este tipo de edición siempre llama la atención de un público que se alimenta de historias palaciegas y quisiera poder estar en el lugar de Máxima, de niña argentina de clase media a Princesa de Holanda.
Autora: Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz