Poblamiento de América: el misterio del “pueblo Y”
31 de julio de 2015Hasta ahora se había pensado que América había sido poblada por seres humanos provenientes de Eurasia. Dos nuevos estudios, publicados en las revistas Science y Nature, prueban que pueblos de la Amazonia están genéticamente emparentados, sin embargo, con poblaciones del sudeste de Asia. Poco claro está aún cuándo y cómo esos ancestros vinieron a América.
En ambos estudios se coincide básicamente en que el continente fue poblado por inmigrantes eurásicos llegados de Siberia y Mongolia a través del estrecho de Bering. Sus descendientes se expandieron luego por todo el continente en dos grandes grupos: el de los indígenas norteamericanos y el de los sudamericanos.
En los estudios se demostró, sin embargo, que las poblaciones indígenas de los Suruí y los Caritiana, en Rondonia, y la de los Xavante, en el este de Mato Grosso, poseen una gran distancia genética con los habitantes de Siberia, pero una sorprendente proximidad con actuales poblaciones de Oceanía, sobre todo de las islas Andamanas (pueblo Onge), Australia y Papúa-Nueva Guinea.
Una inmigración muy antigua
Y todo indica que se trata de una inmigración muy antigua, probablemente anterior a la proveniente de Eurasia. Ese componente ancestral en el linaje fue bautizado por los científicos como “Pueblo Y”, del que descienden los Suruí, Caritiana y Xavante. ¿Puede haber en América también otras poblaciones con esas características genéticas?
“Hasta ahora no puede decirse hasta qué punto esas características genéticas pueden hallarse también en otras poblaciones. Han sido analizadas unas 30, pero solo se las ha encontrado en la Amazonia. En todo caso no fueron halladas ni en Rusia ni en los Andes”, dijo a DW el Prof. Dr. Johannes Krause, director del departamento de Arqueogenética del Instituto Max Planck de Historia de la Humanidad, con sede en Jena.
Para los investigadores de Science, hubo una sola ola inmigratoria. Para los de Nature, las cosas no están tan claras. En todo caso existen fuertes indicios de que bien pudieron haber sido dos, claramente separadas en el tiempo. Australia y Papúa-Nueva fueron habitadas muy temprano en la historia de la humanidad, aproximadamente hace unos 40.000 años. Para Krause, una plausible tesis puede ser que “esos seres humanos no solo se establecieron en Australia y Papúa-Nueva Guinea, sino que también penetraron en Siberia y desde allí por el estrecho de Bering, que entonces era una lengua de tierra, pasaron a América, como más tarde los pueblos euroasiáticos.”
¿Vinieron por el mar?
Esa primera oleada, que dejó las pocas huellas ahora encontradas, podría ser entonces mucho más antigua que la segunda, posterior a la última Era Glacial, que la desplazó. “La primera puede haber tenido lugar hace más de 30.000 años y la segunda hace unos 14.000 años”, dice Krause.
Existen especulaciones acerca de que en los siglos XII y XIII pudo existir una inmigración de Polinesia vía Océano Pacífico. Pero de acuerdo con los nuevos datos genéticos, ese no es el “Pueblo Y”. No obstante, ¿puede el “Pueblo Y” haber venido también por el mar? Krause: “No hay hallazgos arqueológicos que permitan afirmar que esos seres humanos hayan venido por el mar, es decir, por el Pacífico y menos, naturalmente, por el Atlántico. No existe ningún indicio de conexiones entre Oceanía y América antes de los siglos XII y XIII. En todo caso, si lo hubiera, sería de esperar que fuera con el oeste de América, pero no con el este, con la Amazonia. Entre ambas regiones se hallan además los Andes. Y esos seres humanos tendrían que haberlos atravesado sin dejar huellas genéticas. Eso es algo muy improbable”. El misterio del “Pueblo Y” puede deparar todavía muchas sorpresas.