¿Podrá Trump separar a Rusia de Irán?
21 de febrero de 2017Tras el triunfo de Donald Trump, se volvieron a barajar las cartas en el escenario político internacional. Y, de pronto, un viejo enemigo volvió a la palestra: el nuevo presidente de Estados Unidos acusó a Irán no solo de ser uno de los principales patrocinadores del terrorismo, sino también de ser la causa de todos los males en Medio Oriente, una idea que cuenta no solo con el esperable respaldo de Arabia Saudita e Israel: también Turquía está convencida de que Trump está en lo correcto y de que Irán es responsable, entre otros, de la guerra en Siria, del crecimiento del grupo terrorista Estado Islámico en Irak y de la persistente resistencia de los rebeldes hutíes en Yemen.
Trump quiere aplicar una política de contención con Teherán. Para eso podría intentar subir al mismo tren a Rusia, el principal aliado regional de Irán. Según un reporte del diario Wall Street Journal, Washington busca fórmulas para romper esa alianza diplomática y militar entre Moscú y Teherán, con el objetivo de poner término a la guerra en Siria y reforzar la lucha contra Estado Islámico.
Absurdo no es, dice Ali Vaez: "Si miramos la historia, veremos que Rusia siempre ha jugado la carta de Irán en sus negociaciones con Estados Unidos". El experto del International Crisis Group de Washington agrega a DW que "Irán y Rusia no son aliados estratégicos. Su cercanía se basa en consideraciones tácticas, como en Siria, por ejemplo".
Irán teme acercamiento Rusia-EE. UU.
Teherán y Moscú apoyan al régimen de Bashar al Assad en Siria por razones diferentes, dice Vaez. "Para Irán es importantes que Assad se mantenga en el poder y Siria no se divida", apunta, pues Assad es un importante aliado en el mundo árabe para Teherán. "Rusia, en cambio, está preparada para negociar y llegar a acuerdos", apunta el especialista.
Una mejora en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia no depende tanto de Siria. "Un rol más importante lo juega Ucrania, la anexión de Crimea y las sanciones contra Rusia", aclara Vaez. "Para Trump no va a ser fácil hacer concesiones a Rusia. El presidente de Estados Unidos estaba bajo presión ya antes de asumir el 20 de enero por la cercanía con Moscú de algunos de sus colaboradores ", apunta. Además, existe la sospecha de que Rusia habría influido en la elección de Trump a través de ataques informáticos.
En Irán ven estos acontecimientos con preocupación. La embajada persa en Moscú busca reforzar sus relaciones con Rusia. A mediados de febrero, la agencia de noticias iraní "Mehr" anunció, citando al embajador en la capital rusa, que el viceprimer ministro, Dmitri Rogosin, visitaría Teherán, donde tendría una reunión con el ministro de Defensa iraní, Hossein Dehghan.
Poco después Rogosin canceló su visita, por "razones técnicas". El verdadero motivo para la suspensión, según el diario ruso Kommersant, fue la publicación por parte de Irán de la noticia del viaje. Ambas partes tenían asuntos "sensibles" que abordar durante el encuentro, según el periódico. Uno de ellos era por qué los socios iraníes muestran tanto interés por comprar aviones a países de Occidente.
Rohani bajo presión
Los conservadores en Teherán acusan al gobierno reformista de Hassan Rohani de haber descuidado las relaciones con Rusia tras el exitoso acuerdo nuclear alcanzado con las potencias. "La relación entre Rusia e Irán ha mejorado significativamente en los últimos años. Incluso hay un trabajo conjunto a nivel militar y de servicios secretos. Irán no va a poner en juego todo eso", opina Shoaib Bahman. Desde Teherán, el politólogo explica a DW que lograr "unas mejores relaciones con Rusia es uno de los grandes desafíos de Donald Trump, pues ni demócratas ni republicanos tienen real interés en que ello se concrete. Para los militares y los servicios de inteligencia de EE. UU., Rusia es aún el enemigo número 1. Irán debe aprovechar esto para mejorar su relación con Moscú".
También Ali Vaez ve poco margen de acción para Trump si es que pretende debilitar las relaciones entre Moscú y Teherán. Por el contrario, hay que ver cuáles son los intereses comunes de Washington e Irán en la región: la lucha contra el Estado Islámico en Irak o coordinar acciones para reforzar la seguridad en Afganistán, por ejemplo. "Irán debe desarrollar una política integral para tratar con el nuevo presidente de Estados Unidos. Debería, como lo hace con Rusia, dejar en claro cuáles son sus prioridades y prepararse para negociar con Estados Unidos", recomienda Vaez.