"Por Europa, por más democracia"
3 de julio de 2012Por encargo de la iniciativa ciudadana “Más Democracia” (Mehr Demokratie e.V), Christoph Degenhart y la exministra de Justicia Hertha Daeubler-Gmelin representan a unos 12.000 demandantes. Una campaña en la web y en las redes sociales ofrece a los políticos alemanes dos opciones: “referéndum, o demanda”. DW conversó con Degenhart, experto en derecho constitucional, administrativo y para los medios de comunicación, profesor e investigador de la Universidad de Leipzig.
DW: ¿Qué critica usted, primer lugar, en relación con la forma y el procedimiento mediante los cuales ambos instrumentos fueron aprobados por el Parlamento?
Prof. Christoph Degenhart: Se trata, por un lado, de un procedimiento indebidamente acelerado, que no ofreció a los parlamentarios espacio alguno para procurar una asesoría razonable. Se trata, especialmente, de que el Gobierno no reveló claramente el significado y las consecuencias de estos pactos y no informó suficientemente al Parlamento. Por lo tanto, el Parlamento no pudo decidir sobre una base sólida.
Por otro lado, el gobierno oculta ciertas cosas, o bien no es consecuente con declaraciones: En la cumbre de la UE, por ejemplo, se decidió la ayuda directa a la banca a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), algo que en realidad no está contemplado por el pacto del MEDE.
¿No le parece a usted suficiente, entonces, que estos mecanismos se hayan aprobado con una mayoría de dos tercios?
No. La asistencia directa a los bancos no está contemplada en el pacto del MEDE, así que lo violaría. Esto representaría una violación de la ley, incluso antes de que el contrato hubiera sido cerrado. Consideramos que el MEDE, junto con el pacto fiscal y la modificación de los tratados europeos a través del levantamiento de la prohibición de rescate (‘no bailout clause’), propiciarían un cambio sistémico tan significativo y duradero para la unión económica y monetaria, que no basta con una mayoría de dos tercios, sino que es necesario un referéndum.
Además de la violación de esa cláusula que prohíbe asumir la responsabilidad por deudas ajenas, usted ha criticado el hecho de que la asunción de esa responsabilidad aparezca como ilimitada y que el tratado parezca irrevocable... ¿Qué otras críticas de fondo sostienen la demanda contra el MEDE y el Pacto Fiscal?
Usted menciona temas importantes. Otra crítica fundamental es que el MEDE, que debe convertirse en una gran institución financiera internacional, con una enorme disponibilidad de recursos, no estará sujeto a mecanismos de control efectivos. Funcionará sin transparencia, gozará de inmunidad, no podrá ser demandado. Tampoco podrá ser controlado por el Parlamento (Bundestag) o por una comisión investigadora, por ejemplo. Operará espacio prácticamente libre de vigilancia. Esto, en mi opinión, es absolutamente incompatible con una Unión Europea comprometida con principios democráticos.
Usted se ha pronunciado a favor de un referéndum. Desde su punto de vista, ¿cómo deberían legitimarse e implementarse democráticamente estos instrumentos para el rescate del euro?
No habría necesidad de votar cada instrumento por referéndum. Más bien debemos preguntarnos si la Constitución debería ser tan abierta que permitiese, a nivel paneuropeo, un adecuado equilibrio financiero entre países más fuertes y más débiles, como ya ocurre en Alemania a nivel nacional. ¿Debe modificarse la Constitución de tal modo que permita también una intensa supervisión financiera? Esa sería realmente la pregunta crucial. ¿Queremos, en la práctica, renunciar a la soberanía sobre el manejo de nuestros presupuestos financieros?
Los críticos tachan su reclamo de euroescéptico. ¿Está usted sólo en contra de la forma o también del contenido de las medidas contra el rescate del euro?
No somos para nada euroescépticos. Sin embargo, Europa sólo puede tener éxito a largo plazo si los gobiernos no la construyen al margen del pueblo, si se sostiene sobre el consenso de los ciudadanos europeos. Hasta ahora, los ciudadanos siempre han quedado al margen. Además, estamos en contra de reducir Europa al euro. No estoy de acuerdo con la afirmación de que "si el euro fracasa, fracasa Europa". Europa es más que el euro. Europa es, ante todo, democracia, que es esencialmente una idea europea. No podemos sacrificar la democracia ante el euro.
¿Cómo calificaría sus posibilidades de éxito ante el Tribunal Constitucional Federal, en Karlsruhe?
Como representante legal no suelo hacer declaraciones sobre las perspectivas de éxito.
Entrevista: Daphne Grathwohl / RML
Editora: Enrique López Magallón