Porsche-Volkswagen: la familia se reagrupa
14 de septiembre de 2008El último capítulo de la puja en el seno de la industria automotriz alemana lo inauguró el presidente del consejo de vigilancia de VW, Ferdinand Piëch, quien en la sesión del consejo del viernes dio abiertamente la espalda a sus parientes, la familia Porsche.
Los dueños de Porsche se esfuerzan ahora por que Ferdinand Piëch deje su puesto en el órgano de control de VW según informan las revistas "Der Spiegel" y "Focus" en su nueva edición.
Para conseguirlo necesitan sin embargo el visto bueno del estado federado de Baja Sajonia, que durante el fin de semana trató de interceder y llamó a las partes a la reconciliación.
Porsche tiene actualmente 30 por ciento del paquete de VW y está previsto que pronto se haga con la mayoría. A raíz de ello hay desde hace meses sordas luchas por el reparto del poder en diferentes instancias empresariales y de gobierno.
¿Piëch da la espalda a la familia?
En la sesión del consejo de vigilancia del viernes Ferdinand Piëch se abstuvo en la votación sobre una propuesta de los trabajadores de VW por la cual todos los proyectos y negocios futuros que Porsche emprenda con la filial de VW Audi sólo podrán llevarse a cabo si cuentan previamente con la aprobación del consejo de vigilancia de VW.
Su abstención significó que la propuesta fuera aprobara con 10 votos a favor de los representantes de los trabajadores y nueve en contra del lado empresarial. Como presidente del consejo de seguridad, Piëch tiene doble voto, y su abstención fue una puñalada para los dueños de Porsche, entre ellos él mismo, pues implica limitaciones para su margen de acción gerencial.
Para hacer la afrenta más notoria, Piëch no se presentó a la sesión. Emitió su voto de abstención por escrito y se hizo representar por el ex directivo del sindicato de los trabajadores metalúrgicos alemanes IG-Metall, Jürgen Peters.
Mientras tenía lugar la sesión el poderoso sindicato metalúrgico desarrollaba frente a la sede de la empresa la manifestación más populosa de la historia de VW, a la que concurrieron más de 40.000 trabajadores.
Los empleados se manifestaron contra la eliminación de la controvertida "Ley Volkswagen", que Porsche quiere derogar a toda costa.
Después de las reformas que le hizo el gobierno central en Berlín, la ley sigue garantizando para el estado de Baja Sajonia una "minoría de bloqueo", como se llama al porcentaje accionario necesario para vetar una decisión empresaria, de 20 por ciento, mientras que en general la minoría de bloqueo no es inferior a 25 por ciento.
Línea cortada
La compleja lucha de poder por VW y Porsche se da en varios frentes. De acuerdo con lo que informan medios alemanes, Ferdinand Piëch presiona por la salida del director general de Porsche, Wendelin Wiedeking, un frío tecnócrata a quien la empresa de autos deportivos debe su renacimiento de los últimos años.
El presidente de comité de empresa de VW, Bernd Osterloh, intercambió por su parte una serie de duros golpes en los últimos meses con su contraparte de la empresa Porsche, Uwe Hück, en la puja por quién tendrá más influencia en el futuro.
El clan familiar Porsche/Piëch, que tiene el poder en el holding Porsche y que pronto pasará a estar integrado también por VW, se ocupó el viernes de hacer notar su disgusto con Ferdinand Piëch.
"Estoy horrorizado por la conducta del presidente del consejo de vigilancia de VW durante la sesión; la gente de Porsche está sumamente consternada", hizo saber Wolfgang Porsche, primo de Piëch y presidente del consejo de vigilancia de Porsche, según declaraciones que reprodujo el "Frankfurter Allgemeinen Zeitung".
Al respecto no quiso expresarse públicamente ningún otro representante de WV o de Porsche, pero de acuerdo con "Der Spiegel", las familias propietarias trataron de comunicarse telefónicamente con Ferdinand Piëch antes de la sonada sesión para convencerlo de votar contra la propuesta de los trabajadores.
Además, según informa la prensa, también le escribieron una carta, ya que Piëch desde hace más de dos semanas no se deja ver en ningún encuentro familiar. Pero tampoco contestó la carta.
Con la vista puesta en el 2018
El estado federado de Baja Sajonia, donde VW tiene su principal sede y que es el segundo mayor accionista de la empresa después de Porsche, llamó durante el fin de semana a la reconciliación entre las partes.
"El gobierno del estado desea que las fuertes personalidades de Wolfgang Porsche, Ferdinand Piech, Wendelin Wiedeking, Bernd Osterloh y Uwe Hück lleguen a dialogar y entenderse", dijo un vocero del gobierno en nombre del primer ministro del estado, el democristiano Christian Wulff.
El gobierno del estado no quiso tomar partido en el conflicto, limitándose a destacar lo indispensable que resulta alcanzar la unidad en vista de los desafíos que las empresas involucradas deberán enfrentar.
La confianza entre las partes será decisiva, pues en pocos días habrá de hecho un holding Porsche/VW. Y eso significará para el nuevo conglomerado enfrentar conjuntamente la competencia mundial. No por nada VW se propone llegar a 2018 como el mayor productor de automóviles del mundo.