Porto Alegre: “Otro mundo es posible”
26 de enero de 2005Motivos para protestar y para demandar una vuelta de timón no les faltan a los miles de asistentes al Foro Social Mundial que se han dado cita en la ciudad brasileña de Porto Alegre. La agresiva política exterior del gobierno de George W. Bush, la injusticia social y los problemas que trae aparejados la globalización económica darán sin duda suficiente materia de discusión para los más de 2.000 actos previstos, agrupados en 11 complejos temáticos.
“Condonación incondicional”
Desde el inicio del Foro no han faltado las declaraciones candentes, comenzando por las de José Saramago. El Nobel de Literatura opina que la globalización económica es una nueva forma de imperialismo, ligada abiertamente a los sueños de poder de Estados Unidos. Por su parte, el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel arremetió contra el problema de la deuda externa que aflige a muchos países y anunció una campaña internacional en pro de su condonación “inmediata e incondicional”.
Que no basta con una moratoria, como la concedida a los países devastados por el maremoto del sudeste asiático, es algo que plantea también la sección alemana de Attac, una de las más de 50 organizaciones germanas presentes en Porto Alegre. Entre ellas se cuenta también Pan para el Mundo (Brot für die Welt) que, junto con activistas latinoamericanos, africanos y asiáticos, se propone preparar campañas internacionales contra la privatización del suministro de agua.
El que mucho abarca...
El Foro Social Mundial es una plataforma para presentar múltiples iniciativas como ésta, dirigidas a demostrar que “es posible un mundo diferente”, como reza el lema del encuentro. El problema radica, sin embargo, en que aún no se logra concretar propuestas que sirvan de alternativa real al mundo que todos conocemos. La dispersión es uno de los peligros que corre el movimiento contra la globalización, de por sí configurado por grupos muy heterogéneos.
Los organizadores del Foro Social, que nació como contrapartida al foro económico de Davos, están tomando conciencia de que no basta con protestar ni con convocar a citas como ésta, cuyas dimensiones hacen difícil mantener una visión general de lo que está en marcha. Entre los planes figura, por lo tanto, celebrar el año entrante encuentros regionales en diversos continentes, en lugar de uno central. “Así el Foro podrá echar raíces en diversas partes del mundo”, explicó un miembro del comité brasileño. Quizá de este modo las discusiones se vuelvan también más específicas.