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El palacio era el lugar predilecto del rey Federico II el Grande de Prusia, quien lo hizo construir. Todo empezó con un jardín en 1744, pues su idea original era cultivar ciruelos, higueras y viñas a las puertas de Potsdam. Pero su vista era tan hermosa que, un año después, Federico II decidió construir el palacio que se convertiría en su residencia de verano en lo alto de las terrazas que conforman el jardín. El edificio se erigió entre 1745 y 1747 en estilo rococó. Allí pasó este exquisito rey prusiano sus meses de verano, disfrutando de largas veladas filosóficas con Voltaire y deleitándose con la música de Carl Philipp Emanuel Bach. Era su lugar de descanso, un lugar libre de preocupaciones. Y por eso, lo llamó Sans Souci.