Primer golpe judicial al tabaco
7 de noviembre de 2003
Wolfgang Heine ha decidido iniciar esta odisea judicial siguiendo el ejemplo de otros casos que ya se han dado en EEUU. El denunciante se encuentra prejubilado a los 56 años después de su segundo infarto. La querella se basa en los problemas renales y cardíacos que Heine lleva sufriendo desde hace tiempo y acusa a la productora Reemtsma de incluir en los cigarrillos sustancias nocivas que aumentan el poder adictivo del tabaco. Heine fumó durante cuarenta años la marca de cigarrillos Ernte 23, producida por Reemtsma y quiere hacer responsable a la empresa de su precario estado de salud. La indemnización podría llegar a alcanzar, en caso de un fallo favorable, los 213.000 euros.
Es la primera vez que se ve un caso así en Alemania. Normalmente, los afectados por el tabaquismo desisten del intento de acudir a la justicia debido a los elevados costes judiciales que supone una acción judicial de tanta envergadura. En este caso, Heine parece que ha burlado la política común de los seguros de protección jurídica. La empresa donde está asegurado, admitió el pago de los costes debido a un fallo de forma, y Heine consiguió llevar su denuncia a los juzgados.
Sustancias que potencian la adicción.
En opinión de la acusación, los cigarrillos Ernte 23 contienen sustancias adictivas como la Acetaldehyda, cuya presencia no está advertida en los paquetes de cigarrillos. El abogado de la acusación Burkhard Oexmann alegó que Reemtsma causó la adicción sistemática de sus clientes con este producto. Además de esta sustancia, Oexmann acusa a la productora de incluir sustancias que potencian los efectos de la ACETALDEHYDA. Según el abogado entre este tipo desustancias están el cacao o el amoníaco. La acusación pedirá un informe público que muestre todos los ingredientes de los cigarros de esa marca.
Luchando contra gigantes
Los abogados de la defensa rechazaron la oferta del afectado de llegar a una solución amistosa y declararon que la acusación carece de base. Alegan que los peligros del tabaco ya son conocidos desde hace muchos años y por eso, Heine tiene su parte de culpa en lo referente a su estado de salud. No admiten reconocer que el tabaco origina dependencia sino que sólo se trata de una costumbre. Niegan su responsabilidad por las enfermedades de Heine alegando que las causas de dicha enfermedad son el poco movimiento, alimentación deficiente y antecedentes genéticos.
El científico especialista en la nicotina, Knut Olaf Haustein, criticó la actitud de Heine por la forma en que había empezado la querella. Según el investigador, el denunciante no podrá alegar que no conocía los efectos que el tabaco produce para la salud porque estos ya se conocen desde hace más de 30 años. "La nicotina es el veneno que mas dependencia produce después de la heroína" apunta el científico.
La acusación describe su lucha contra la tabacalera como la lucha de David contra Goliath. Oexmann está convencido que la lucha no es sólo contra la empresa en particular sino que supone enfrentarse a todo el sector tabacalero alemán. El abogado sitúa también al gobierno alemán a la sombra de las tabacaleras, ya que recauda entre 22.000 y 24.000 millones de euros en materia de impuestos.
Lo que viene después
Si Heine triunfa con su denuncia, o por lo menos, consigue un triunfo parcial, las querellas contra las productoras de tabaco, van a llegar en masa al juzgado. Heine advirtió al público después de la cita judicial de los peligros del tabaco y por lo menos, esto ya supone para el un triunfo personal. Al lado de sus aspiraciones personales, quiere demostrar algo más. "Es realmente grave que los niños de 12 años fumen" declaró Heine al final.