Protesta regional deriva en disturbios en La Paz
23 de julio de 2015Potosí fue históricamente la cuna de la riqueza de Bolivia, con sus minas de estaño. Y aún hoy sigue siendo un importante motor económico debido a la actividad minera, pero es también una de las zonas más pobres del país. La tasa de pobreza extrema se eleva al 49,5 por ciento en ese departamento, según datos de la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE), citados por la prensa.
Desde hace semanas Potosí protagoniza una protesta regional, en demanda de una serie de medidas, como la construcción de una hidroeléctrica, hospitales, represas, nuevas carreteras, fábricas, un aeropuerto internacional, el impulso de la energía eólica y la preservación del histórico Cerro Rico.
El epicentro de la protesta se trasladó el miércoles a La Paz, con un una escalada de violencia inquietante. Los incidentes se desataron al frustrarse un diálogo entre el gobierno y los mineros que enarbolan la bandera de las demandas, debido a que estos exigieron que el Presidente Evo Morales avalara los acuerdos que pudieran lograrse.
Daños materiales y colaterales
Hubo vehículos incendiados, vidrios rotos, estallidos de dinamita, gases lacrimógenos. El saldo: tres heridos y decenas de detenidos. Incluso en el jardín de la embajada alemana en La Paz, cercana al edificio donde tuvieron lugar los altercados, se produjo un fuego, que fue rápidamente sofocado por bomberos. “Solo se quemó un árbol”, dijo a la agencia dpa el embajador Peter Linder, puntualizando que la sede diplomática no había sido el blanco de la protesta.
El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, señaló ante la prensa que si hay que pedir disculpas a Alemania se hará, pero subrayó que todos los daños fueron producto de las cargas explosivas lanzadas por los mineros.
Más aún: García Linera acusó a los mineros de haber "atentado" contra los ministros y periodistas que estaban en el lugar para hacer la cobertura, por los ataques con dinamita contra el edificio. “Es un atentado personal contra ministros el haber dinamitado el ministerio, haber roto a pedradas los vidrios", afirmó el vicepresidente.
“La otra mejilla”
El gobierno había desestimado en los días pasados las demandas del movimiento social de Potosí, asegurando que parte de ellas ya se han cumplido. El propio Evo Morales afirmó el fin de semana que Potosí es la región donde más se ha invertido en carreteras y en otros proyectos de desarrollo.
Tras los incidentes de la víspera, el ambiente se ha tensado aún más, pero el gobierno mantiene abierta la puerta, según afirmó García Linera: "Hemos recibido un sopapo en la mejilla, pero damos la otra mejilla y convocamos otra vez al diálogo". Johnny Llally, líder de la protesta, denunció por su parte que “los dirigentes estamos en peligro. Hay francotiradores en varios edificios", y puntualizó que "solo volveremos a la mesa del diálogo si liberan a nuestros compañeros detenidos".