Puesto en libertad sospechoso del 11-S
7 de abril de 2004Así lo decidió el Tribunal Regional de Hamburgo, que estimó que efectivamente no existe sospecha fundada de complicidad en asesinato. "A lo sumo existe una sospecha inicial, que no justifica, sin embargo, la detención preventiva", dijo una vocera del tribunal. La sospecha fundada sigue en pie, no obstante, en lo que se refiere a la pertenencia de El Motassadeq a una asociación terrorista.
En prisión desde noviembre de 2001
El marroquí de 29 años se hallaba desde noviembre de 2001 en prisión preventiva. Si bien ahora fue puesto en libertad, no le está permitido abandonar Hamburgo, se le ha quitado el pasaporte, debe comunicar a las autoridades todo cambio de domicilio y comparecer puntualmente a toda cita a juzgado.
El Motassadq había sido condenado en febrero de 2003 a 15 años de prisión por asistencia en 3.066 casos de asesinato y pertenencia a una asociación terrorista.
Déficit en la presentación de pruebas
El Tribunal Supremo Federal levantó la condena por "déficit en la presentación de pruebas". Los gobiernos de los EE.UU. y Alemania no permitieron el acceso a declaraciones de testigos probablemente en descargo del marroquí, argumentó el Supremo. El gobierno estadounidense negó siempre poner a disposición de la justicia alemana como testigo al organizador de los atentados del 11-S Ramzi Binalshibh, a pesar de varias peticiones de ésta.
Implicaciones políticas
Indirectamente, el Supremo dio parte de la culpa del fracaso del juicio también al gobierno alemán. La Cancillería Federal no puso a disposición de los jueces las declaraciones de Binalshibh que le habían enviado los servicios secretos norteamericanos para no poner el peligro la cooperación con EE.UU. "El interés en el mantenimiento del secreto por parte del Ejecutivo" no puede ir en detrimento del acusado, dijeron los jueces superiores.
El caso retornó entonces al Tribunal Regional de Hamburgo. Motassadeq fue puesto en libertad la misma tarde del miércoles. Como dijo el Supremo, "la lucha contra el terrorismo no puede transformarse en una guerra salvaje y sin reglas". Al Estado de derecho se le ha exigido nuevamente en Alemania no poner en duda sus propios principios.