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¿Qué sigue a la liberación de 52 presos cubanos?

´8 de julio de 2010

La Iglesia Católica de Cuba anunció el Gobierno liberará a 52 presos políticos. ¿Qué repercusión y significado tiene la noticia? Por lo pronto, el cese de la huelga de hambre del opositor Guillermo Fariñas causa alivio.

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Guillermo Fariñas, en foto de marzo de 2010.Imagen: AP

El opositor cubano Guillermo Fariñas cesó su huelga de hambre, que inició hace más de cuatro meses, horas después de que el gobierno de La Habana anunciara que liberará a 52 presos. “En estos momentos depuso la huelga de hambre y sed Guillermo Fariñas", informó la esposa del opositor Héctor Palacios, tras recibir una información telefónica de su esposo. Palacios está junto a Fariñas, ingresado en la sala de terapia intensiva del Hospital de Santa Clara, unos 250 kilómetros al este de La Habana.

Horas antes de conocerse esta información, la Unión Europea celebró la decisión de Cuba de excarcelar a 52 presos políticos y anunció que en breve, quizás para octubre, podría cambiar la "Posición Común" que mantiene frente a la isla caribeña desde 1996, según informaron fuentes diplomáticas comunitarias en Bruselas. “Aplaudimos ese anuncio”, subrayó la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton.

Poco antes, la Iglesia Católica de Cuba había anunciado, tras la visita del ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que el Gobierno de La Habana liberaría presos políticos. "Todo lo que sea liberar a presos políticos nos parece una buena noticia", dijo a DW-WORLD José Ignacio Salafranca, quien ha encabezado por muchos años las relaciones entre el Parlamento Europeo y América Latina.

“Desde que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero asumió el poder, ha sido parte de la política española lograr un acercamiento a Cuba; con la intención también de suavizar la "Posición Común" de la UE. Moratinos lo dejó claro antes de asumir la presidencia rotatoria del UE, hubo viajes previos, había señales inequívocas. La muerte de Orlando Zapata, interrumpió el proceso. Moratinos intenta retomar las negociaciones, más aún cuando la revisión de la posición común está ante puertas”, dice a DW-WORLD Frank Priess, director de la Oficina de la Fundación Konrad Adenauer en México y, desde hace años, observador de los procesos políticos latinoamericanos y de su relación con el Viejo Continente.

La muerte de Zapata y la huelga de hambre de Fariñas

La presión que se ha hecho internacionalmente, especialmente después de la muerte en prisión del disidente Zapata (en febrero de 2010), la consiguiente huelga de hambre de Guillermo Fariñas y su pésimo estado de salud, así como la atención que han captado las Damas de Blanco ha logrado, en diálogo con la Iglesia Católica, “un cierto alivio a los presos de conciencia”, comenta Priess.

En su opinión, el viaje del ministro español se da en un momento propicio. La excarcelación de los presos políticos “representa un éxito político, pues en España éste es un tema de política interna; rebasando el ámbito de la presidencia rotativa de Española, para el gobierno de Zapatero representa un éxito político”, añade el analista de la fundación alemana, de orientación cristianodemócrata.

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El cardenal Jaime Ortega (izq) junto al ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel MoratinosImagen: ap

¿Éxito a medias?

“Hay que decir que independientemente de la situación general, todo avance para los presos políticos es un progreso, sobre todo si se trata de presos con delicado estado de salud, que están en prisión muy lejos de sus familias. Y que no cuentan con derechos elementales como el derecho a ser visitados por la Cruz Roja. Todo avance en ese campo tiene que ser bienvenido”, opina Priess, quien no obstante califica de “éxito a medias” si a la liberalización de los presos políticos se suma la condición de abandonar el país, si ellos no quieren abandonar su país, es obligarlos al exilio.

Salafranca, eurodiputado español por el Partido Popular, también acusa "cierto escepticismo": "según la Comisión Cubana de Derechos Humanos hay muchos más. El escepticismo lo comparte también la portavoz de las Damas de Blanco. Esto es un poco una tomadura de pelo; primero se mete a ciudadanos inocentes a la cárcel y después se celebra como buena noticia la excarcelación de 52, en un país en que no hay elecciones democráticas ni libertad de expresión".

¿Por qué la Iglesia Católica?

“Este viaje del ministro Moratinos, desde el punto de vista de España, es sólo un paso consecuente con su política de hacer progresos a través del diálogo. Si esos progresos se traducen en mejoría para los presos políticos es encomiable; qué efecto tenga eso en una "Posición Común" europea o en el diálogo con Cuba, está por verse”, resume Priess para quien, si un Gobierno viola los derechos humanos, el papel de la UE es ponerse del lado de los defensores de las libertades civiles.

Uno de los puntos del viaje del ministro Moratinos era apoyar desde Europa los intentos de la Iglesia Católica Cubana con el Gobierno de Cuba; habiendo otros movimientos y otras agrupaciones civiles, ¿por qué apoyar el diálogo sólo con la institución católica?

“El gobierno cubano siempre ha condicionado el diálogo”, dice el especialista y añade: “Ya antes de la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba, había habido conversaciones. Creo que La Habana sí percibe -especialmente después de la muerte de Orlando Zapata- la presión internacional a la que se han sumado también usuales amigos del régimen; se exige cambios en el campo de los derechos humanos. En ese contexto, para el gobierno cubano la Iglesia Católica -bastante moderada en cuanto a sus declaraciones sobre derechos humanos y civiles en Cuba- es reconocida como interlocutor. Al contrario de otros grupos que no son reconocidos por el Gobierno cubano, que no desperdicia oportunidad de tacharlos de agentes de la mafia de Miami”.

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La Iglesia Católica: "respetada como interlocutor por el Gobierno cubano"Imagen: AP

La Posición Común

Así las cosas, “en la difícil situación en la que encuentra la isla, en Cuba existe interés por hacer progresos con la UE,”, dice Priess. La llamada "Posición Común" adoptada en 1996, que vale para los 27 Estados miembros de la UE, condiciona las relaciones con La Habana a los avances en materia de derechos humanos, en un contexto de diálogo político. La crisis en el año 2003, que empezó con el encarcelamiento de 75 disidentes cubanos y la ejecución de tres hombres que intentaron escapar a Florida, llevó a un deterioro de las relaciones. Cuba suspendió el proceso de negociación para lograr un acuerdo regional con la UE y las relaciones diplomáticas se enfriaron.

“En el 2005, las sanciones –que eran sanciones muy suaves- fueron suavizadas. Fue más bien el Gobierno cubano quien dijo que mientras existiese la "Posición Común" no quería ayuda al desarrollo ni cooperación”, puntualiza Priess.

Salen 52, ¿y los demás?

De “excelente noticia” calificó José Miguel Insulza, presidente de la Organización de Estados Americanos, la próxima liberalización de 52 presos políticos; sin embargo recuerda que "todavía quedan" más presos políticos en la isla y que resulta todavía "prematuro" vaticinar qué efectos de cara a la comunidad internacional tendrá este gesto.

Salafranca, por otro lado, puntualiza: "El levantamiento de la "Posición Común" es un asunto del Consejo de Ministros, y para que eso suceda tiene que haber un consenso entre 27 países".

Por su parte, el analista de la Fundación Konrad Adenauer no hace gala de optimismo: “No creo que en la base haya cambios sustanciales; no se ve progresos. Las esperanzas que hubo cuando el cambio de mando de Fidel a Rául Castro se han desvanecido. Muchos pensaban que sucederían cosas en dirección al modelo chino: una apertura económica que luego poco a poco trajera los derechos a la libertad; lo contrario ha pasado. Un cambio o transición en dirección hacia la democracia sólo puede venir de la isla misma. Mi esperanza está puesta en los movimientos sociales dentro del país: gente joven que se ha distanciado del gobierno –y sin ser activistas de la oposición- se han buscado su nicho en el trabajo civil: con la Iglesia, en la música, en la escena cultural utilizando los nuevos medios de comunicación. Que intentan articularse. Puede que sea un proceso más largo, pero sólo de ahí cabe esperar una transición, para después del tiempo de los Castro”.

Autora: Mirra Banchón
Editor: Pablo Kummetz