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¿Quién podrá apagar el incendio en el Líbano?

DW-WORLD17 de julio de 2006

La candente situación imperante en el Líbano acaparó la atención de los gobernantes del G-8 en San Petersburgo, que tuvieron dificultades para aunar criterios al respecto, según hace notar la prensa europea.

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Bush y Putin no paracen muy convencidos de estar de acuerdo.Imagen: AP

La Stampa, de Turín, apunta: "George W. Bush y Condoleezza Roce salieron de la maratón de negociaciones de San Petersburgo con el resultado de que consiguieron unificar a los estados del G-8 en contra de Hizbollah y Hamás, avanzando con ello, al mismo tiempo, un paso en su proyecto para el Medio Oriente, si bien al costo de que Irán y Siria no hayan sido mencionados en la declaración final. Ahora que se encuentra a la mitad de su segundo período, marcado por el multilateralismo que apunta a forjar una amplia alianza de las democracias contra el terrorismo y los estados que lo apoyan, Bush dedicó a la diplomacia su conocida determinación. (...) En la guerra contra el terrorismo, que emprendió en respuesta al 11 de septiembre del 2001, las principales potencias identificaron en la cumbre del G-8 a Hamás e Hizbolla como enemigas de la paz."

Mínimo común denominador

En Alemania, el Neue Osnabrücker Zeitung, de Osnabrück, comenta: "El débil gobierno del Líbano -en el que participaba también Hizbollah- se encuentra sometido a una gran presión de Jerusalén y es muy posible que Siria e Irán se vean aún más involucrados en el conflicto. En esta peligrosa situación se requiere con urgencia un mediador, para que al menos se logre un alto el fuego. Pero no se ve por ninguna parte una entidad que pudiera lograr dicho objetivo. El G-8 vaciló primero y luego logró acordar una declaración basada en el mínimo común denominador. Las diferencias entre Estados Unidos, por un lado, y Rusia y Francia, por el otro, eran demasiado grandes. Los estados árabes se mantienen en segundo plano y tampoco el Consejo de Seguridad de la ONU se mueve. El Líbano arde y no hay ningún bombero dispuesto a apagar el incendio."

Repercusión de la debacle iraquí

El Financial Times, de Londres, opina: "El uso desproporcionado de violencia castiga a la población del Líbano -un delito de acuerdo con las reglas de la guerra- por las criminales aventuras de Hizbollah y quienes se ocultan tras ella. Ambas partes, de manera diferente, parecen haberse visto alentadas por el vacío diplomático que se ha producido en el Medio Oriente. Una de sus causas, que ha sido subestimada, es la debacle de Irak, que ha paralizado al gobierno de Bush en Washington y que dista de posibilitar a Estados Unidos la puesta en práctica de una agenda libertaria radicalmente nueva en la región."

Consejo de Seguridad alternativo

Finalmente el diario Kommersant, de Moscú, señala: "El positivo diálogo de Moscú con Occidente regresa a los tiempos de la confrontación. La no proliferación de armas atómicas vuelve a convertirse en el tema principal. El foro de las principales potencias industrializadas y Rusia ha dejado de ser un club de socios que comparten una manera de pensar para convertirse en una alternativa informal al Consejo de Seguridad. El G-8 ya no se limita a coordinar los esfuerzos de Occidente, sino que se transforma en una mesa redonda de los grandes actores del escenario político mundial."