¿Qué sucederá con Irán?

Lo que los ciudadanos del mundo vemos es que las naciones desarrolladas funcionan sobre la base de intereses en muchos casos irracionales. Su responsabilidad de construir un mundo racional para todos, más seguro y con oportunidad para todos; hoy está lejos de un logro sólido. Europa, escenario de las grandes guerras, debe despertar. Anónimo

Qué garantías ofrece Irán si uno de su líderes espirituales manda, en una de las tantas guerras santas, a utilizar la energía atómica o alguna fuente contaminada, ser trasportada como bombas humanas que nos espera al mundo de nuestros hijos y de los suyos. Si después de casi 20 años siguen las secuelas de la planta de Rusia, ¿existirá alguna moral entre estas personas? Anónimo

Primero debe haber un compromiso de la comunidad internacional, en especial de los países con poder nuclear, de detener el enriquecimiento de uranio con fines armamentistas. Con esa autoridad moral exigirle a todas las naciones el cumplimiento de dicho compromiso.

Estando dispuesta esta comunidad a hacerlo cumplir porque de ello depende la seguridad de la humanidad.

Es inevitable el ataque a Irán dado que el gobierno actual de EEUU representa los intereses combinados de un sector importante de las empresas petroleras y de fabricación de armamentos norteamericanos. Obviamente tampoco se alienta bajar el alto consumo de gasolina, como tampoco el reemplazo por otros tipos de combustibles renovables en EEUU. Las empresas extranjeras que trabajan en Irán son de origen ruso y chino. Anónimo

Sólo la trasnochada soberbia de los grandes países occidentales puede cegarlos al extremo de negar a Irán el derecho a producir energía atómica. ¿Cuál es el privilegio divino que permite a ellos y no a otros países a desarrollar su propia energía? ¿Sólo, como siempre, porque ellos llegaron primero? Los mismos que crucificaron a Hiroshima y Nagasaki, los que hicieron pruebas nucleares en la Polinesia; ahora intentan convertirse en árbitros de la prudencia y la paz, sin renunciar a sus armas y privilegios de siempre. La soberbia sólo parece superada por la miopía. Nada de esto tiene sentido. No es menos reaccionario.

Bush y el presidente iraní Ahamadineyad, ambos han sido elegidos por sus pueblos, equivocados o no. La soberanía, que todos reclamamos para nuestros países, tiene el derecho a reclamarla el pueblo y el gobierno de Irán. ¿No se puede hacer nada? Sí, pero es distinto negociar que chantajear, convencer que vencer. Sólo la prudencia puede evitar males mayores a la humanidad. Será útil, especialmente, la capacidad de las grandes potencias para hacer un examen autocrítico de su historia y de sus métodos de dominio empleados durante siglos. Pero --Dios nos ciega, nos ciega Alá--siempre creemos que fanático es el otro. Anónimo

Creo que a Bush le llegó la hora. EEUU no puede sustentar las guerras concurrentes e Irán lo sabe. Por esta razón, está desafiando al mundo ya. Anónimo

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