¿Qué tanto depende la industria alemana de China?
25 de enero de 2023Mientras que grandes empresas alemanas como Volkswagen o BASF ya dependen en gran medida de los negocios que tienen con China o quieren ampliar esta relación comercial aún más, la situación es muy distinta para otras empresas. Incluso si se consideran los distintos sectores, existen enormes diferencias en cuanto a la dependencia de los insumos procedentes de la República Popular China. Este es el resultado que arrojó un reciente estudio del Institut der deutschen Wirtschaft (IW).
En la percepción pública, la dependencia a China se caracteriza principalmente por la situación de las empresas de forma individual. En compañías químicas como Covestro (foto del artículo), la cuota de ventas de China es en torno al 20 por ciento, un porcentaje especialmente grande, y en fabricantes de automóviles, como Volkswagen, China representa más de un tercio del negocio. La cifra es aún mayor para la empresa tecnológica Aixtron: el proveedor de equipos para la industria de semiconductores con sede en Aquisgrán genera más de la mitad de sus ingresos en Taiwán y China.
Sin embargo, en el conjunto de la industria alemana, la dependencia a China es mucho menor, según los cálculos de los economistas de Colonia. Solo alrededor del 6,6 por ciento de todas las entregas de insumos intermedios extranjeros procedieron de China en 2020 y, "si se incluyen todos los insumos intermedios gebnerados en la misma Alemania, la cuota de China como proveedor de estos insumos queda en 2,2 por ciento en promedio", lo que supone un sorprendente resultado.
Japón y EE.UU. son mucho más dependientes
En comparación, la industria japonesa depende mucho más de China que la alemana. En ese país asiático la participación de los insumos chinos alcanza el 20 por ciento. "Rusia, por su parte, registra un 16,5 por ciento de insumos intermedios chinos en su industria, Estados Unidos un 13,9 por ciento y República Checa un 11,8 por ciento, que tiene una cuota de dos dígitos en la media industrial entre los once países industrializados considerados aquí", escriben los autores del estudio IW, Berthold Busch, Jürgen Matthes y Samina Sultan.
"En conjunto, China es importante como proveedor y comprador de insumos intermedios para la industria alemana, pero no en una medida sobresaliente", es su sorprendente conclusión.
Como muestra, el ejemplo del proveedor de chips Aixtron, la dependencia de China es especialmente alta en la industria eléctrica. Dependiendo de la empresa, China es crucial para el negocio en general, ya sea como proveedor o como mercado de ventas. Por ejemplo, en los años anteriores a la pandemia, la empresa alemana de semiconductores Infineon aumentó su cuota de ventas en China y Taiwán hasta casi el 40 por ciento. Sin embargo, tras el ataque de Rusia a Ucrania y las continuas amenazas militares de Pekín contra Taiwán, la industria alemana se ha replanteado la situación y está buscando otros proveedores y mercados de venta.
Dependiente de baterías y tierras raras
El director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, teme que Europa se encuentre ahora con nuevas dependencias, tras alejarse de las materias primas rusas. "Fue una política energética equivocada depender durante tanto tiempo de un solo país para una fuente de energía tan importante estratégicamente como el gas", dijo, refiriéndose a Rusia. "Si nos fijamos ahora en las energías renovables, vemos un panorama similar", afirmó, recalcando que alrededor del 70 por ciento de todas las baterías de los coches eléctricos se fabrican en China. Europa debe encontrar nuevos proveedores y participar ella misma en la extracción de minerales críticos, declaró el experto en energía al diario Handelsblatt.
Alemania también depende en gran medida de la República Popular China para obtener tierras raras: dos tercios de estos codiciados elementos químicos procedían recientemente de la nación asiática. "En el caso de algunas de las tierras raras, la proporción de importaciones procedentes de China fue incluso significativamente mayor", recoge un reciente informe de la Oficina Federal de Estadística. Por ejemplo, el 94,4 por ciento del escandio e itrio se importaron de China.
(mn/ms)