Raúl Bobadilla ahora es un jugador ejemplar
12 de diciembre de 2015En Augsburgo, equipo con el que lleva ya tres temporadas en Alemania, Raúl Bobadilla se ha convertido para sus compañeros en el ejemplo a seguir. El jugador paraguayo nacido en Argentina no solo es el líder deportivo del equipo, también es el máximo goleador de la actual Liga de Europa con seis anotaciones.
Él, además, es el responsable de que el novato club, que lleva apenas desde el 2011 en la Bundesliga, haya alcanzado -en contra de todos los pronósticos- el paso a la siguiente ronda de la competición europea, la primera de carácter internacional en la que participa.
El exniño malo
Bobadilla ha ingresado así por la puerta grande a la joven historia del Augsburgo, un club que se ha beneficiado al máximo del atacante latinoamericano, que llegó a sus filas con la pesada carga de su mala reputación.
El jugador, que vino a Europa recién cumplidos los 20 años, estuvo dando tumbos entre el fútbol suizo, el alemán y el griego, antes de sentar cabeza definitivamente en la provincia bávara a la edad de 26 años. Augsburgo, a primera vista, significó para Bobadilla tener que bajar un escalón en calidad deportiva, después de haber pasado por clubes de tanto prestigio como el Gladbach, de la Bundesliga, y el FC Basilea, del fútbol suizo, con el que llegó a disputar la Champions League.
El movimiento, sin embargo, parecía necesario para forjar el carácter de un futbolista que frecuentemente era protagonista de noticias negativas dondequiera que iba. En Gladbach, por ejemplo, fue suspendido por cinco partidos, multado con 50.000 euros y separado del primer equipo luego de que, en un partido contra el Hannover, fuera expulsado por cometer una falta alevosa y, en su camino al vestuario, destruyera iracundo un par de puertas a patadas.
En Alemania, a Bobadilla también lo pilló la policía manejando un auto alcoholizado, razón por la cual perdió su licencia de conducir. El delantero protagonizó una historia similar en Suiza, donde con su lujoso Maserati violó los límites de velocidad en Basilea, al correr por sus calles a más de 100 kilómetros por hora.
El otro Bobadilla
El seleccionado paraguayo se marchó de Suiza después de ese incidente sin despedirse de sus compañeros en Basilea y, al llegar a Augsburgo, aceptó que el club le pusiera a su servicio un conductor. Los primeros meses transcurrieron sin mayores inconvenientes hasta que, en el pasado mes de marzo, Bobadilla se viera involucrado en una pelea que le costó una demanda por lesiones personales que el juez falló en su contra.
Pese a ello, el club alemán no le retiró su apoyo. “Lo importante para nosotros es que en la cancha Raúl lo de todo por el equipo”, dijo su entrenador Markus Weinzierl. Bobadilla, en contraprestación, no solo se ha convertido en el máximo goleador del Augsburgo, sino que ha cambiado su comportamiento.
Al principio de la presente temporada, y pese a haber jugado en el verano la Copa América con Paraguay, Raúl Bobadilla se reintegró a los entrenamientos con el equipo con anticipación, dos días antes de que terminarán las vacaciones que le habían concedido. Desde entonces el atacante latinoamericano, que recientemente se convirtió en padre, tras el nacimiento de su primer hijo, ha destacado por las noticias positivas que le han permitido al Augsburgo disfrutar de una temporada que ya es inolvidable.