Cómo la Opera Metropolitana de Nueva York se tornó leyenda
Inolvidables conciertos y sonados escándalos convirtieron a la famosa Met en lo que es hoy: una leyenda entre las salas de ópera mundiales.
Más espacio en los palcos
A finales del siglo XIX, el teatro para ver ópera de Nueva York era la llamado "Academia de Música"; sin embargo, los palcos eran tan pequeños, que no había espacio suficiente para los nuevos millonarios de la ciudad. Magnates como William H. Vanderbilt no aceptaron eso: debía construirse un recinto nuevo, con muchos y espaciosos palcos.
Un proyecto de millonarios
La primicia fue publicada por The Times en 1880: Los millonarios Rockefeller (en la foto), Vanderbilt, Roosevelt y Morgan se habían unido para financiar una nueva casa de ópera. En 1883, la Ópera Metropolitana se inauguró oficialmente con "Fausto", de Charles Gounod.
Enrico Caruso y los años dorados
El cantante Enrico Caruso, nacido en un barrio pobre de Nápoles, debutó en la Ópera Metropolitana en 1903 y cantó ahí hasta su muerte. Esos 17 años son considerados como la Edad de Oro de la Met. La soprano Geraldine Farrar contó cómo pisó el escenario con él por primera vez y fue incapaz de cantar porque rompió a llorar ante la belleza de la voz de Caruso.
Gustav Mahler como director de orquesta
Bajo la dirección de Giulio Gatti-Casazza, ex director de La Scala de Milán, el compositor y director de orquesta austríaco Gustav Mahler comenzó a trabajar en la Ópera Metropolitana, en 1908. Pero Gatti-Casazza había traído competencia: el director italiano Arturo Toscanini. Después de muchas disputas, Mahler finalmente dejó el podio al rival italiano en 1910.
Batuta colérica
Las rabietas de Toscanini eran legendarias: el director solía gritar a su orquesta y tirar sus batutas al suelo, para pisotearlas. La soprano suprema en ese momento era la estadounidense Geraldine Farrar. En "Madame Butterfly" hubo un choque: se dice que Farrar gritó: "¡Yo soy la estrella!" Toscanini respondió: "¡Las estrellas solo existen en el cielo!" Más tarde, ambos comenzaron una relación.
Marian Anderson: la primera cantante de ópera negra
Todavía en 1929, el papel de un protagonista negro fue interpretado por un hombre blanco que se había pintado el rostro. Rudolf Bing (der.) trajo un soplo de aire fresco a la Ópera Metropolitana cuando asumió el cargo en 1950. Tomó decisiones difíciles y llevó a Marian Anderson, la primera cantante de ópera negra, a ese escenario.
Escándalo con la última prima donna
Rudolf Bing le ofreció a Maria Callas el papel principal en Macbeth en 1958/59, la producción más cara de la Met hasta esa fecha (100.000 dólares). Le dio un ultimátum para que firmara el contrato, pero ella no lo hizo. Por lo tanto, Bing la sacó del reparto y Callas se enteró por los medios. "¡María Callas despedida de la Met!", fue el titular. El escándalo ocupó mucho tiempo a los medios.
Mudanza al Lincoln Center
La mudanza en 1966 trajo muchos cambios para la Ópera de Nueva York. La nueva sala acogería a 3.900 visitantes y estaba espectacularmente equipada: la cortina pesa varios cientos de kilogramos y los cordones están hechos de pura seda. Dos años después, se encontraron nuevas estrellas: Plácido Domingo y Luciano Pavarotti, los tenores más famosos de su época, debutaron en la Met en 1968.
Amor y dolor con Luciano Pavarotti
En mayo de 2002 Pavarotti canceló una aparición en la Met, con poca antelación y con los boletos agotados, debido a un resfriado. Esto causó gran disgusto al público de Nueva York. Sin embargo, los aplausos en su actuación de despedida, en 2004, demostraron que los neoyorquinos habían perdonado ya a Pavarotti.
Las largas sombras de un tenor
Plácido Domingo no solo cantó, sino que también dirigió en la Met. En 2019, alrededor de 20 mujeres presentaron denuncias de acoso sexual, algunas de las cuales se remontan a 30 años atrás. Domingo admitió su comportamiento inapropiado en febrero de 2020.
"MeToo" en la casa de ópera
Domingo no fue el único cuyo comportamiento fue denunciado en el marco del movimiento "MeToo". Hubo acusaciones también contra el conductor James Levine, que trabajó en la Met desde 1971 hasta 2016, y fueron mucho más violentas: abuso sexual de hombres menores de edad. Las propias investigaciones de la Met Opera confirmaron las acusaciones, y Levine fue destituido en 2018.
Reapertura con estreno retrasado
La Met emplea a más de 3.000 personas y es la organización de artes escénicas más grande de los Estados Unidos. Pero en sus 138 años de existencia, no había mostrado una sola ópera de un compositor negro. La reapertura, tras 18 meses de cierre por la pandemia, con "Fire Shut Up In My Bones" de Terence Blanchard (izquierda), hizo por lo tanto historia.
Aforo para 3900 vacunados
Pero las puertas no están abiertas para todos. Solo aquellos que han sido vacunados contra el COVID-19 pueden entrar a la Met; esto se aplica tanto a los visitantes como a los artistas. Durante la pausa por la pandemia, la Met también se actualizó con un nuevo sistema de ventilación. Por tanto, pronto podría ocuparse el aforo completo en los conciertos.