Hasta el día de hoy, el legado de la dictadura marca la vida de los habitantes de Chile. La Constitución de 1980, de la época de Augusto Pinochet, apostaba por un mercado totalmente libre que regularía todo mejor. Pero el desbloqueo de los mercados solo benefició a unos pocos y una gran cantidad de personas sufren la privatización de ámbitos básicos de la vida. La educación es de pago. El sistema de salud estatal recibe fondos insuficientes, pero mucha gente no pueden costearse un seguro privado. Quienes pagan fondos de pensión privados, a menudo después no tienen suficiente para sobrevivir. Incluso el agua potable está en manos privadas. En 2019, casi 30 años después de que Pinochet dejara el poder, masas de personas salen a las calles de Chile para protestar contra aquella constitución. Un año después se convoca un referéndum en el que más de tres cuartas partes de los votantes eligen un nuevo comienzo: una nueva constitución redactada por una asamblea popular. Este documental acompaña a chilenos y chilenas que colaboraron en esta nueva constitución: una joven comprometida por la justicia social y el derecho al aborto, un conservador que piensa que todo el proceso es incorrecto, y pueblos indígenas que esperan que una nueva constitución se haga eco de sus preocupaciones. En 2022 esta primera propuesta es rechazada en otro referéndum. Pero el proceso sigue: continúa la lucha por una nueva constitución y por un futuro de Chile en el que todos los pueblos encuentren su justo lugar.